Elegir el mueble de baño ideal no es solo una cuestión de diseño, también lo es de funcionalidad y aprovechamiento del espacio. En baños pequeños o mal distribuidos, una mala elección puede comprometer la comodidad y el orden.
De hecho, cuando el mueble del baño se convierte en el protagonista indiscutible del orden en casa, es mejor medir con detenimiento sus medidas y elegir el que mejor se adapte a nuestras dimensiones y necesidades. La arquitecta Emma Guillén (@rusem.ma) nos comparte una guía práctica y clara para tomar la decisión correcta. ¿El punto de partida? Tres preguntas clave.
¿Cuál es el largo de la pared donde irá el mueble?
Este es el primer dato que necesitas tener claro. La medida disponible en la pared determinará el ancho máximo del mueble. Los modelos más comunes en el mercado suelen tener 80, 100 o 120 centímetros de largo. Sin embargo, también existen opciones más pequeñas, como los muebles de 60 centímetros, ideales para huecos estrechos entre 80 y 60 centímetros.
Por ejemplo, si dispones de un hueco de 100 centímetros, un mueble de 80 centímetros es perfecto, ya que te permite mantener una separación de al menos 20 centímetros respecto a otros elementos del baño, como el inodoro o la ducha. Para espacios de 120 centímetros, puedes optar por un mueble de 100 centímetros; y si tienes más de 140 centímetros disponibles, lo ideal es un mueble de 120 cm o incluso más, según tus necesidades de almacenaje.
¿Qué fondo tienes libre para el mueble?
El fondo estándar de los muebles de baño suele ser de 45 o 50 centímetros, pero si tu baño es especialmente estrecho, no todo está perdido. En el mercado puedes encontrar opciones más compactas, de entre 35 y 40 centímetros de fondo, que permiten mantener la funcionalidad sin sacrificar el paso ni la sensación de espacio.
Eso si, si buscas que el baño se vea más amplio, "elígelo flotante para crear un efecto vidual de mayor amplitud", recomienda Emma. Al ir suspendido en la pared, crea un efecto visual de ligereza y amplitud que transforma por completo la percepción del espacio.
¿Dónde están ubicados la puerta, la ducha y el inodoro?
La distribución de los demás elementos del baño también influye directamente en la elección del mueble. Un mueble demasiado ancho o profundo puede bloquear el paso o dificultar el acceso a la ducha o al inodoro. Por eso, Emma Guillén recomienda dejar siempre al menos 20 centímetros de separación entre el mueble y la siguiente pieza del baño para garantizar la comodidad y la armonía visual.
¿Y si ninguna medida estándar se adapta a tu espacio?
En ese caso, no lo dudes: la mejor opción es elegir un mueble a medida. Aunque suponga una inversión ligeramente mayor, tendrás una pieza totalmente adaptada a tu baño, que aprovechará al máximo cada centímetro y se integrará a la perfección con el resto del mobiliario.
En resumen, para acertar con el mueble de baño perfecto, debes conocer bien tu espacio y responder con precisión a tres preguntas clave: ¿cuánto mide la pared?, ¿qué fondo tienes disponible? y ¿cómo está distribuido el resto del baño? Solo así podrás elegir un mueble funcional, estético y bien proporcionado.
Fotografías | Instagram de Emma Guillén
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