La cromoterapia, estimula el cuerpo e influye en nuestro estado de ánimo a través de los colores y puede ayudar a nuestro bienestar. En cromoterapia cada color tiene una función, según dicen la influencia es física y psicológica, aunque yo reconozco que en la parte física soy un tanto escéptica, la ayuda a nivel anímico me parece muy interesante.
Algunas cabinas de ducha, ofrecen la posibilidad de incorporar cromoterapia en el momento de la ducha o del baño de vapor, en concreto Duravit quiere que podamos tener un spa personal en casa y para ello amplía las opciones en duchas multifuncionales, de modo que se puedan adaptar duchas con todas las comodidades, incluso en espacios reducidos.
Duravit añade ahora a la ducha la opción de baño de vapor, la función de masaje y la conocida como manguera de Kneipp, el montaje es sencillo y se puede manejar fácilmente. Podemos regular la temperatura de forma continua y podemos elegir entre las distintas funciones, el rociador superior que deja caer una lluvia intensa, el panel mural del que brota una cascada, o la teleducha. La manguera de Kneipp sirve para estimular la musculatura, mientras que diez chorros de masaje se encargan de relajar el cuello, los hombros y la espalda.
Si optamos por el vapor de agua, conseguiremos una sensación de relax reparadora, podemos controlar la temperatura máxima y el tiempo de duración del baño de vapor. Finalmente, en lo que a cromoterapia se refiere, dos focos halógenos graduables crean un agradable ambiente mediante la iluminación. Para completar la experiencia de convertir el momento del baño en un rato de relax, debemos elegir la música adecuada y podemos usar aceites aromáticos y fragancias, estimulando así todos nuestros sentidos.
Por si queréis saber qué color debéis elegir en cada momento os diré que los colores más utilizados son, el rojo, que por su fuerza proporciona vitalidad y que según dicen estimula el corazón y el sistema nervioso. El azul, que proporciona tranquilidad y favorece la concentración, dicen que también reduce la presión sanguínea, controla el dolor y ayuda a conseguir un sueño reparador. EL amarillo, que ayuda a la atención y al aprendizaje y actúa como el color de la alegría, se dice que también que estimula la digestión y elimina las toxinas... Y el verde, que genera equilibrio entre cuerpo y alma y libera bloqueos, algunos estudios incluso apuntan a que puede aliviar el dolor de cabeza y la fiebre.
Ya os digo que yo en los aspectos físicos no confío plenamente, pero en los psicológicos sí, y si algo está claro es que el cuarto de baño puede dejar de ser un lugar funcional de aseo, para convertirse en una de las estancias más atractivas de la casa en la que disfrutar de experiencias realmente agradables, llenas de buenas sensaciones.
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