Stencil o estarcido es un tipo de pintura decorativa muy común sobre todo para pequeños detalles, como remates en las escaleras o zócalos. Tiene muchas ventajas ya que es una técnica muy sencilla, que nos permite personalizar totalmente.
Se puede realizar sobre muebles o paredes sin problemas. Todo lo necesario es una plantilla con el motivo deseado, la pintura del color elegido y una buena brocha o rodillo, dependiendo de la superficie.
En la pared que os traigo hoy, se ha elegido un motivo clásico, que se pintará del mismo tono del fondo, pero un poco más oscuro, creando un efecto papel pintado muy elegante y sutil. Es fundamental colocar la plantilla correctamente, lo conseguiremos con un nivel, el mismo que usamos para colgar los cuadros servirá.
Una vez bien sujeta la plantilla a la pared con cinta de carrocero, comenzamos a pintar sobre ella con cuidado con un rodillo o brocha bien cargado de pintura, pero que no gotee. El tema de la cantidad de pintura es fundamental. En cuanto a los motivos, existen muchas plantillas con diferentes motivos y los colores pueden variar tanto como desee el artista.
Debemos quitar interruptores y enchufes, que colocaremos otra vez cuidadosamente cuando la pintura esté seca. Una pintura decorativa muy atractiva que dará un toque de distinción a cualquier ambiente.
¿Os gusta esta pared decorada stencil?
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