Llevaba tiempo queriendo probar el Chalk Paint de la "gurú" de la pintura decorativa, Annie Sloan, y por fin me he lanzado a pintar mi cómoda de pruebas, que ya ha sido de todos los colores y siempre queda bien. Creo que todos deberíamos tener un mueble para experimentar, como la cómoda Rast de Ikea o la mía, que es de contrachapado y líneas lisas y admite cualquier acabado, también un marco, adquirido en un bazar de barrio, vamos un chino.
Para los que no estéis familiarizados con la pintura decorativa os contare que la pintura Chalk Paint se inventó para ahorrarnos el esfuerzo de lijar, limpiar, dar tapatopos etc etc antes de pintar un mueble. Y voy a contaros con pelos y señales cual ha sido mi experiencia con esta pintura.
En la red y en conversaciones con otras restauradoras, había oído prácticamente de todo sobre la Chalk Paint, que si es fácil de hacer en casa, que si se va al primer golpe de cajón, también que es maravillosa y carísima y que sirve para pintar cualquier material, desde madera hasta plástico, metal o derivados.
Como los experimentos, mejor con gaseosa, decidí que la primera vez iba a ir a lo seguro, así que en la web de Annie Sloan busqué donde comprar un bote de dicha pintura. En Madrid solo hay dos sitios y ya os digo que es más más caro que comprarlo en la página web (el precio de un bote de un litro de Chalk Paint cuesta 24 euros, en la tienda que lo distribuye en el centro de Madrid, es de 28 euros ¡ahí es nada! ) Pero como cuando me pongo tengo que hacerlo rápidamente, ni me lo pensé, además me imagino que con el tema de gastos de envío etc, al final sale prácticamente igual.
En la tienda me explicaron que siempre, siempre, hay que darle el acabado con la cera especial de Annie Sloan para que el resultado sea el deseado, y no sirve ninguna otra cera de muebles, así que el resto del mes estaremos a lentejas, pero compré la cera y me alegro, ya que después de probarla, reconozco que es bastante buena, en comparación con otras ceras comercializadas (no hablo de las que sabemos hacer todos, comprando las perlas en la droguería que es de varias ceras)
Además, con todo lujo de detalles, el encantador dependiente me explicó los pormenores de esta pintura tan especial, cosa que he agradecido mucho y se puso a mi disposición para cualquier duda. Esto también es de agradecer, ya que al final pagas más pero la atención al cliente es infinitamente mejor que en muchos centros grandes donde todos van a lo suyo.
USO DEL CHALK PAINT
Una vez tenemos el material, es importantísimo revolver bien la pintura, que es espesa y sencilla de aplicar y fundamental cerrar muy bien el bote para que no se seque. Con todas estas instrucciones decidí que lo mejor era poner un poco en un tarro de cristal y cerrar herméticamente la lata de pintura. Chalk Paint no tiene mucha gama de colores, sino que lo vas haciendo tu añadiendo blanco u otros colores.
Con estas premisas, le pasé un paño al mueble para quitarle el polvo bien y le di la primera mano. En efecto, el tacto y el color empolvado recuerdan al tradicional estuco de los artistas clásicos. Otro detalle es que el Chalk Paint cunde muchísimo. Cubre tanto en la primera pasada que no hace falta una segunda. Con el marco, ya que no es liso sino que tiene molduras, si he tenido que darle una mano más.
LA PÁTINA DE ANNIE SLOAN
Aparte de las explicaciones del dependiente de la tienda, antes de comenzar los trabajos, me pareció fundamental echar un ojo a los vídeos de la propia Annie Sloan en su página web, pero quizá debí hacerlo antes, ya que la cera para darle la clásica pátina envejecida, para que el mueble tenga un aire vintage, nórdico o shabby chic, es la cera oscurecida de Annie Sloan, que naturalmente es otra diferente a la que hay que darle cuando acabas de pintar. Así que todavía no he envejecido ninguna de las piezas que he pintado, porque me gustaría hacer algunas pruebas (como por ejemplo, teñir con un poquito de betún de Judea, la cera incolora de Annie Sloan)
El resultado, tengo que deciros que es totalmente satisfactorio. Me ha encantado trabajar con la pintura Chalk Paint y ya puestos, en medio de la fiebre de la tiza la he probado sobre: mi cómoda mil veces pintada, una bandeja de propaganda de PVC, un marco de madera antiguo dorado, un marco de conglomerado del bazar del barrio, una caja de fresones y una caja de cartón que se había caído aceite encima.
Ha cubierto por completo en la primara mano, imperfecciones y el aceite de la caja, aunque las letras seguían viéndose así que tuve que darle un par de manos más. Tanto el marco antiguo como la bandeja y la cómoda sólo necesitaron una mano y con un popquito de lija "saqué" el dorado de las molduras después de aplicar la cera y bruñí bien los tiradores de metal.
Ahora sólo falta que empiece a experimentar con la pintura de tiza casera (no la voy a llamar Chalk Paint casero, ya que es una marca patentada de Annie Sloan) y ya os contaré el resultado. Pero, sin lugar a dudas, Chalk Paint es el estuco del siglo XXI
Imágenes | Maria SJB
Más información | Annie Sloan
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