Las puertas tienen un gran impacto en la personalidad de una casa, ocupan mucho espacio y pueden marcar el estilo decorativo, de manera que si hemos heredado unas puertas que no nos satisfacen pasaremos toda la vida mirándolas con inquina mientras pensamos en cambiarlas.
Pero... ¿que hacer cuando la constructora te entrega el piso con un modelo estándar que no tiene nada que ver contigo? Cambiarlas puede resultar un derroche inoportuno, más aún cuando nos queda una casa entera que amueblar.
¿Que os parecería si pudiéramos convertirlas en pizarras? Quizá no en toda la casa, pero puede ser un punto simpático y personal en la entrada, cocina o para habitaciones infantiles. Después de un buen lijado, aplicaremos un par de capas de pintura de pizarra y ya tendremos un buen lugar para dejar mensajes a nuestra familia.
Vía | Poppy Talk En Decoesfera | Deja que tus hijos pinten en las paredes