Aunque por lo habitual la poda de árboles y arbustos es tarea de otras épocas del año, la poda veraniega también está presente entre las labores de jardinería propias del verano con el fin de que los arbustos conserven un mejor aspecto durante estos meses y se mantengan más sanos y floreados el resto del año. Sin embargo, a la hora de llevar a cabo este tipo de poda, hemos de tener en cuenta sus factores, así como sus límites y la forma de hacerlo para evitar sobrepasarnos y, por consiguiente, acabar con ellos para siempre.
Avanzada la primavera y durante el verano como este mes de julio, si el desarrollo vegetativo ha sido vigoroso y compromete la estética y la forma del ejemplar, limítate a una poda ligera para conservar una silueta compacta, sin sobrepasarse. Además, hay que tener en cuenta el clima donde vivimos, que si es una zona muy cálida, la herida que le hacemos a la planta no cicatriza y será mejor esperarnos a septiembre.
Esta operación, es imprescindible en los árboles y arbustos con recortes topiarios. No obstante, hay que tener especial cuidado y no podar bajo ninguna excepción los árboles frutales con hueso, ya que con la poda pueden perder mucha savia y verse afectados de manera directa por la gomosis (secreción de una especie de goma por las herida de corte).
Así, la altura de la poda irá en función de dónde se encuentren repartidas las hojas o ramas enfermas, secas, débiles, rotas, superpuestas o enmarañadas. En definitiva, con esta poda le daremos más vida a la planta y desecharemos todo aquello que no aporte beneficios y deteriore su imagen.
Grupos de arbustos que se podan en verano
Arbustos de floración primaveral
Las flores de estos arbustos —lilos, viburnos, camelias, celindas, rododendros, forsitias, deutzias— se forman hacia mediados o finales del verano, es decir, casi un año antes de abrirse, por lo que, si se podan en otoño o invierno, los botones se pierden. Su poda habitual consiste en pinzar las flores pasadas inmediatamente tras la floración. Si la ramificación fuera muy densa, cada tres o cuatro años en verano sería necesario descargar un poco las ramas para favorecer la aireación e iluminación del interior del ejemplar. Esto facilitará la formación de yemas de flor para la siguiente primavera y servirá para prevenir los daños que causan el viento o la nieve, así como la aparición de plagas u hongos.
Arbustos de floración mixta
Como las adelfas o los rosales, las flores pasadas se deben eliminar inmediatamente para incentivar la re floración. Además, tras la primera floración, interesa hacer una poda de mantenimiento al principio del verano para quitar brotes secos, enredados y enfermos y mantener una estructura aireada e iluminada. Así, en todos los rosales se ha de eliminar las flores apenas se marchiten para reactivar la floración de cara al otoño.
Plantas trepadoras
En el caso de las plantas trepadoras es justo ahora el momento de encontrar los tallos que rompen con la armonía general de la planta y cortarlos para evitar que la misma cobre más volumen. En caso de que queramos aprovechar su crecimiento, lo ideal es que, al podar, guiemos los tallos hacia donde queramos que crezca.
Por último, además de tener en cuenta estas particularidades para podar arbustos y árboles, es importante que antes de realizar esta labor no solo estemos seguros de tener todo lo necesario para podar, sino tener siempre presente un corte limpio y rotundo para no dañar la planta bajo ningún concepto.
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