Ricardo Bofill, un arquitecto único e irrepetible, nos ha dejado esta mañana en Barcelona a los 82 años. El arquitecto español de con mayor trayectoria internacional nos deja un legado impresionante a lo largo y ancho del mundo: alrededor de 1.000 obras en cuarenta países.
Su obra, es variada en su estética, arraigada al lugar, y con un fuerte componente de innovación y de ruptura. A lo largo de su trayectoria, Bofill ha destacado por romper esquemas y por cuestionar de forma constante el pensamiento dominante en la arquitectura.
Taller de Arquitectura
Ricardo Bofill fundó en 1963 el Taller de Arquitectura con un equipo multidisciplinar formado no solo por arquitectos, sino también por otros profesionales y artistas como el crítico literario Salvador Clotas, el poeta José Agustín Goytisolo o la economista Julia Romea.
Un equipo que fue capaz de crear proyectos únicos y rompedores que se alejaron del urbanismo y la arquitectura impersonal que se impuso de forma dominante en el siglo XX.
Ese espíritu transversal pervive todavía hoy, con sus dos hijos, Ricardo Emilio y Pablo, al mando de la oficina desde hace ya unos años, liderando un equipo plural de más de cien profesionales de treinta nacionalidades diferentes que actualmente desarrollan numerosos proyectos.
Este equipo humano, junto con todo el conjunto de su obra, es el verdadero legado que deja Ricardo Bofill según admiten los hijos del arquitecto. Para despedir a Ricardo Bofill Levi, los días 26 y 27 de enero se celebrará un acto en el que amigos, allegados y admiradores de su arquitectura podrán acudir a la emblemática sede del estudio para rendir homenaje al arquitecto español más prestigioso e internacional.
ALGUNAS DE SUS OBRAS MÁS EMBLEMÁTICAS
La Muralla Roja de Calpe, construida en 1973, fue como un soplo de aire fresco entre las horribles torres de apartamentos que invadieron la costa española gracias a sus muros, escaleras, patios y almenas pintados de rosa. Situada en la urbanización La Manzanera, el edificio ahora es objeto de los instagramers, atraídos por sus formas y colores.
Un fantástico ejemplo del estilo brutalista que desarrolló Bofill junto a su equipo es el edificio Walden 7. Situado en la avenida de la Industria de San Just Desvern, en Barcelona, esta obra se inspiró en la obra de ciencia ficción de Burrhus Frederic Skinner, Walden dos. Originalmente se le denominó Ciudad del Espacio y se pensó en construirse inicialmente en Madrid.
Ricardo Bofill reformó el aeropuerto de Barcelona para los Juegos Olímpicos celebrados en el año 92 en la capital catalana. En 1996, se inauguró la nueva torre de control, también realizada por Bofill.
En el año 2003 Cartier trasladó su sede central a La Cité du Retiro. Este complejo ocupa una manzana entera en el distrito Saint-Honoré. El proyecto incluyó la restauración de los edificios de la época Hausmanniana, además de la creación de un edificio de seis plantas acristaladas.
En 2001 Bofill también diseñó la nueva sede de Shiseido en Tokio. El nuevo edificio de esta empresa nipona cuenta con once plantas sobre rasante y dos bajo rasante. Se compone de cinco áreas: la Galería, la Plaza, el Salón Shiseido, el Salón de Belleza y una zona de restaurantes.
En Barcelona Bofill también construyó el Hotel W, conocido como Hotel Vela. Un edificio con forma de barco de vela de 99 metros de altura situado en La Barceloneta y que fue inaugurado en 2009.
El 77 West Wacker Drive es un hito entre las obras del Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill. Este rascacielos de oficinas de 50 plantas situado en la orilla del río Chicago, fue diseñado en un estilo «clásico moderno» con granito blanco portugués y muro cortina de vidrio gris plateado, planteando una fachada que muestra un diseño de proporciones clásicas, que recuerda el Campanile de Giotto en la catedral de Florencia, dividida en diferentes niveles unidos por columnas.
En 1972, el santuario de Meritxell sufrió un terrible incendio que destruyó el templo, quedando en pie tan solo el ábside original, la bóveda sobre el altar y el campanario. Ricardo Bofill fue el encargado de recuperar las ruinas, ruinas, construyendo un edificio de aires románicos.
Les Espaces d’Abraxas, en Ville Nouvelle de Marne-la Vallée, en Francia, fue levantado en 1982. Este complejo destila belleza y clasicismo, y está integrado por tres edificios, Le Palacio, Le Théâtre y L’Arc. Le Palacio es un edificio de 18 plantas con 441 apartmentos, Le Théâtre incluye 130 apartamentos y L’Arc cuenta con 20 apartamento, distribuidos en nueve plantas.
Más información | Ricardo Bofill
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Nos ha inspirado
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