Quitarse los zapatos al entrar en casa es una costumbre que hemos podido ver en muchas culturas alrededor de mundo. Es notorio en muchos países asiáticos así como en Europa del norte. Las culturas más latinas no acostumbran mucho hacer y, a decir de muchos especialistas, esto sería un error. En efecto, algunos estudios recientes han determinado que las suelas de nuestros zapatos son verdaderos cultivos de bacterias que llevamos alegremente pro toda la casa cuando llegamos del exterior.
Entonces, la pregunta que todo nos hacemos en este momento es ¿Será realmente necesario quitarnos los zapatos al entrar en casa? La respuesta es, si. No cabe la menor duda que se ha convertido en algo más que una buena idea y se perfila como una verdadera necesidad de salud. Las bacterias de traemos a casa, en las suelas de nuestros zapatos, no se quedan en la puerta. Las vamos repartiendo por todo el hogar y en lugares tan sensibles como el baño, la cocina y los dormitorios.
Estudios realizados por el Instituto de Investigación de la Industria de la Limpieza (CIRI en inglés) de los Estados Unidos han arrojado la impresionante cifra de cerca de 420,000 unidades de bacterias presenciales en la parte exterior de nuestros zapatos. Básicamente en la suela. El interior de los zapatos no está exento de estas mismas bacterias con cerca 2900 unidades en casa zapato. Estas cifras abrumadoras no dejan duda de la necesidad de dejar los zapatos de la calle en la puerta de la casa.
Según los mismos estudios de CIRI, la bacteria E-Coli es la más común en nuestras suelas de zapatos, con un 96% de presencia. Esta proviene principalmente de restos de materia fecal, muchas veces imperceptibles a la vista, que recogemos en los espacios públicos como la calle, los jardines o los sanitarios, entre muchos otros. Este mismo estudio demostró que el nivel de transferencia de estas bacterias de las suelas al piso de la casa puede alcanzar rangos del 90 al 99%. Esto es simplemente aterrador.
Para evitar transformar nuestra casa en una guarida de bacterias o depósito de material fecal, se ha recomendado retirarnos los zapatos al entrar y usar otros que no hayan estado en contacto con el exterior. Estos mismos estudios han demostrado que lavar nuestros zapatos con agua caliente y detergente, cuando es posible hacerlo, es suficiente para reducir en un 90% la transferencia de bacterias del exterior. Ahora ya sabes, es hora de invertir en un poco de sentido común y prganizar la entrara del hogar para que toda la familia se descalce al entrar.
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