Había dejado de lado nuestros consejos para el hogar y ya va siendo hora de continuar, en este caso con algo muy habitual, el moho, que suele acumularse en los lugares húmedos de nuestro hogar, como el baño, rincones donde el agua no filtre bien, las terrazas o las paredes que dan al jardín.
Para eliminarlo lo mejor es acabar con la fuente de humedad, por ejemplo, imperneabilizando las paredes. Pero muchas veces no es posible, así que aquí te traigo unos trucos para acabar con él sin que reaparezca, al menos en mucho tiempo, dependiendo del lugar de la casa donde se encuentre:
A. Si el moho está en la cortina de la ducha puedes eliminarlo con bicarbonato.
Coge el bicarbonato y mézclalo con un poco de agua, luego pásalo por la superficie donde estaba el moho, y déjalo unos segundos.
Dale dos o tres pasadas, para asegurarte de que se traslada por toda la superficie de la cortina.
Luego coge agua salada, un vaso con dos cucharadas grandes, hasta que no se disuelva más la sal, y moja después la cortina, dentro del lavabo, por ejemplo.
Déjala en agua salada unos minutos, así conseguirás no sólo eliminar el moho de la cortina, sino que no reaparezca fácilmente.
B. Otro lugar donde el moho suele atacar de forma frecuente es la nevera.
Para hacer que en estas desaparezca debemos lavar bien las paredes con vinagre.
Además, aplicando vinagre sobre esta superficie no sólo conseguiremos eliminar el moho, sino también evitar los malos olores, y en el caso de las neveras más antiguas los restos de cal.
C. Otras veces el moho no se encuentra en nuestra decoración sino en nuestra ropa de hogar, en las prendas de seda o nylon.
¿Cómo acabar con él en estos casos? Pues de forma muy sencilla, más fácil incluso que con nuestras paredes.
Para ello tienes que sumergir la prenda en leche durante unos minutos, y después lavarla con agua templada y un poco de jabón neutro. Puedes darle incluso varios lavados.
Con esto conseguirás que el moho desaparezca casi sin darte cuenta.
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