Uno de los muebles que probablemente no falta en ninguna de nuestras casas es sin duda la librería, de hecho la mayoría de nosotros tenemos más de una, por eso, una buena solución tanto decorativa como económica (y hablo de tanto de dinero como de suelo, algo especialmente importante para los que vivimos en un piso pequeño) es planificarla bien para sacarle todo el partido posible, tanto para almacenaje como para otras labores dentro de nuestro hogar como por ejemplo: separar ambientes o revestir paredes.
La primera opción muy práctica y decorativa es optar por librerías empotradas, que son especialmente recomendables en aquellas habitaciones o pisos con pocos metros.
Tiene por ventaja el que no ocupa un lugar excesivo, no interrumpe la continuidad de la habitación y nos deja aprovechar practicamente todo el espacio y, practicamente sin esfuerzo, aunque como siempre depende de la decoración de nuestra habitación, se integra perfectamente.
Si elegimos este tipo de librerías podemos optar por varias opciones, dependiendo de nuestra decoración como colocarle unas puertas correderas si queremos darle a la habitación una mayor limpieza visual. También podemos, si queremos destacarla pintar la trasera o colocar unas baldas que resalten dentro de la habitación.