Hace pocos días os hablaba de la Chalk Paint de Annie Sloan y cuanto me había gustado utilizarla, pero la realidad es que esta pintura es bastante cara, así que decidí experimentar para hacer mi propia pintura de tiza casera, con diferentes recetas que he encontrado en la red, ya que la fiebre del Chlak Paint afecta a muchas personas amantes de la pintura decorativa, profesionales y amateurs.
Tres ingredientes básicos y mucha paciencia para lograr emular a la gran Annie Sloan: yeso, agua caliente y un bote de pintura acrílica. Tengo que confesar que me ha costado tres intentonas y dos berrinches conseguir mi propia pintura de tiza, pero la paciencia y la perseverancia son virtudes nunca suficientemente ponderadas y el que la sigue, la consigue.
Annie Sloan 1- María O
La primera intentona la hice con una pintura gris que tenía hacía tiempo y en mi afán por ahorrar, utilicé la escayola de los kits para hacer broches de las princesas Disney, que le había sobrado a mi enana de la última vez que hicimos manualidades. Como objeto para pruebas utilicé un cesto de Ikea al natural. Ni la textura, ni la aplicación tuvieron nada que ver, unido a que tuve que dar más manos que con la Chak Paint original, aparte que tardó 24 horas en secarse... os pòngo la foto para que veáis el estropicio. Al dar la cera, la pintura se levantó, quedando tan horrible, que no sabía cómo arreglarlo. Primer berrinche y búsqueda de responsabilidades: ¿la escayola, la pintura estaría caducada?
Annie Sloan 2- María 1
Mi segundo intento fue directamente con tizas machacadas, un bote de pintura acrílico nuevecito y agua caliente. Le puse especial interés en las medidas y en deshacer las tizas en agua caliente para que no tuviera grumos. Por internet dice que lo hacen con la batidora, yo lo hice con unas barillas del chino, por si acaso... ¡Victoria!
Esta vez la textura era la correcta, la aplicación se parecía bastante en la primera mano, aunque tardó más en secarse y al hacerlo, se veían claramente las manchas de tinta azul de la mesa. Utilicé el escritotio de mi hija que estaba hecho unos zorros con tanta manualidad. Teniendo en cuenta que lo estaba pintando de un lila tan suave que parecía un yogurt de fresa, tuve que darle tres manos más y tardó en secarse dos horas. ¡Bien por mí!
Al darle la cera quedó suave y vistoso si necesidad de pasar ni una lijita. Pero al cabo de dos días, en cuanto la niña hizo los deberes sobre la mesa, se llenó de rayajos, cosa que no ha sucedido en mi cómoda pintada con el Chalk Paint, que tiene encima las botellas del licor y una bandeja metálica. Segundo berrinche y búsqueda de responsabilidades: ¿poca cera? ¿no está pensado para una mesa que mucho tute, como un escritorio infantil?
Empate
Ya sabiendo las medidas y que la tiza iba bien repetí el experimento, aunque agregué un pelín más de pintura. Muy poca más. Y lo dejé secar bien durante dos días, antes de darle la cera y no le di un sóla capa, sino que esperé que se secara y volví a darle otra mano más, con la brocha más cargada de pintura, que como sabéis es muy densa. Evidentemente, el resultado no es el mismo que con Chalk Paint, pero se parece bastante. En caso quería darle un acabado rugoso para posteriormente darle una manita de cera con pátina. (primero encerar sin color y la siguiente mano con cera con pátina).
Un inciso para comentaros que la cera de Annie Sloan acepta muy bien el betún de Judea, sólo unas gotitas y el resultado es estupendo. Envejece pero no "ensucia". Es fácil de aplicar y bruñir con un simple trapo de algodón.
Fórmula de la pintura de tiza casera
Media taza de pintura acrílica (ya sea del bote diractamente o si queréis buscar un color especial hacéis la mezcla antes) Una cuchara sopera de tizas (las mías eran de Ikea y de colores, eso da igual, no tienen por qué ser blancas, ya que luego vamos a poner color) Un par de cucharadas de agua caliente Hay que mezclar muy bien la tiza en el agua caliente y agregar la pintura poco a poco sin dejar de remover (parece una receta de cocina)
He podído comprobar que mucha gente en vez de tiza utiliza aguaplast, ya lo probaré en otra ocasión y os contaré qué tal va. A pesar de los berrinches no hay nada que me guste tanto como experimentar en el taller, esta vez con mi propia pintura de tiza casera.
Imágenes | Mías, claro
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