Si estás aquí es porque tú también has sentido el incómodo goteo de la ducha que, un día tras otro, nos empieza a molestar. Pero si crees que para solucionar este problema tendrás que modificar tu grifería, tranquilo porque la solución es mucho más fácil de lo que parece. La mayoría de las veces, este goteo procede del desgaste de la pieza por su uso habitual. El tiempo hace que el fragmento encargado de sellar la tubería dentro de la válvula de la ducha se deteriore y produzca una fuga. Su remedio es tan sencillo que incluso podrás hacerlo tú mismo.
La solución está en sustituir la pieza de sellado (que puede ser una goma o un anillo de estanqueidad) asegurando un cierre hermético entre las conexiones de la ducha y evitando así las constantes fugas de agua. Para ello, coloca la pieza nueva en las zonas de unión (entre la plomería y las válvulas internas) y evita así que el agua se comience a escapar por los huecos. ¡Te enseñamos como hacerlo!
Cómo solucionar el problema de la ducha que gotea
Para cambiar la pieza de estanqueidad por una nueva, el primer paso es cerrar la válvula general. Si tu ducha es eléctrica, también debes apagarla. Una vez hecho esto, retira la pieza de remate que protege la válvula y retira el grifo hasta llegar a la propia válvula. Luego, retira con cuidado la válvula con un destornillador o llave, girándola siempre en sentido antihorario.
Ahora, notarás que hay un anillo o goma en la punta interior. Esta es la pieza de sellado que debes reemplazar. El siguiente paso es colocar la nueva válvula de cierre en lugar de la anterior y, por último, prueba la ducha para verificar que el cambio fue exitoso. ¡Lo tienes! De lo contrario, si el problema persiste, será recomendable hablar con un profesional para verificar si hay dificultades mayores.
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