Minimalismo, serenidad y propósito. Tres palabras que definen el universo de Marie Kondo, la reconocida diseñadora de interiores y gurú del orden que ha revolucionado la manera en que entendemos nuestros hogares. Su filosofía, el célebre Método KonMari, no se limita a doblar prendas o despejar estanterías, sino que es una forma de vida que busca la armonía entre el entorno y el bienestar interior.
Y, como no podía ser de otra manera, todo comienza desde el amanecer. La gurú del orden, nos confiesa una de sus mayores alegrías cada mañana: la sopa de miso. "¡Es muy terapéutico cuando corto los ingredientes y preparo sopa de miso!", declara. De esta extraña y divertida forma comienza su rutina matutina.
Un ritual para despertar el hogar
Marie Kondo ha compartido cómo es su rutina mañanera, un ritual sencillo pero profundamente simbólico. “Lo primero que hago cuando me levanto es subir las cortinas. Dejar que la luz entre en casa cambia por completo la energía”, explica.
A continuación, abre todas las ventanas para que el aire fresco circule libremente. Este gesto, que podría parecer trivial, representa una renovación de la energía del hogar, una manera de despedirse del día anterior y dar la bienvenida a uno nuevo con claridad y ligereza.
Los pequeños placeres que dan sentido al día
Después de airear la casa, Kondo disfruta de una taza de sopa casera, un hábito que combina nutrición, calma y agradecimiento. Le sigue el encendido de un incienso suave, cuya fragancia contribuye a crear una atmósfera tranquila y enfocada.
Luego dedica unos minutos a leer (una práctica que considera esencial para mantener la mente inspirada) y finalmente revisa los planes del día, asegurándose de que cada acción esté alineada con lo que realmente aporta bienestar.
Nada en esta rutina es casual. Cada paso tiene un propósito y refleja esa búsqueda de equilibrio que define su método. Por eso, en la filosofía de Marie Kondo, el orden no es un fin en sí mismo, sino un camino hacia la felicidad.
Su célebre pregunta —¿esto me inspira alegría?— invita a reflexionar no solo sobre los objetos que conservamos, sino también sobre las rutinas, los espacios y las emociones que dejamos entrar en nuestra vida.
Abrir las ventanas, encender una varilla de incienso o disfrutar de una sopa caliente no son simples actos cotidianos, sino que también son pequeños rituales de conexión y gratitud. Cada uno de ellos nos recuerda que el bienestar empieza en casa y que el orden exterior refleja, en última instancia, nuestro propio orden interior.
Imágenes | Vía @konmari.co
En Decoesfera | Los mejores trucos de Marie Kondo para limpiar y organizar el armario bajo del fregadero
En Decoesfera | Marie Kondo estaría orgullosa de cómo he reutilizado los botones viejos que tiro a la basura para ordenar la encimera de la cocina
Ver 0 comentarios