Ocres, naranjas, verdes hoja seca, empolvados, dorado viejo,suaves tonos pastel, grises, topo... podría seguir y al final en nuestras mentes sólo veríamos una estación, el otoño.
Ahora que nuestros paisajes han cambiado de tono y esos verdes esmeralda y tonos fucsias y rojos han dado paso a los tonos más apagados, pero no por ello menos bellos del otoño, nuestra casa también se olvida de los tonos vivos y brillantes del verano y damos paso a los colores más cálidos que nos acompañarán en los días más fríos.
Pronto las calabazas estarán listas para ser recogidas y las hojas de los árboles cubrirán las calles y el campo y harán ruidito cuando las pisemos. Los cielos se tornarán grises, desde el tono más claro hasta el antracita y la lluvia oscurecerá nuestros días.
Días de mantita y chimenea, de chocolate y bizcochos caseros. Mantas, mantelerías, cojines y tapizados serán más acogedores ¡qué gusto llegar a casa!
Por si no lo habéis notado, me encantan los colores del otoño y vosotros ¿estáis preparando la casa para recibir la nueva estación?
Imágenes | Zara Home, House of yellow
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