Economía doméstica: Cinco trucos de experta para ahorrar al hacer la compra

La economía doméstica no es solo una cuestión de números: también es una forma de organización y de conciencia sobre el consumo

Julia Rovira
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María Lancha

Editor

En una cocina bien organizada no todo se reduce a tener los frascos alineados o una vajilla bonita. La verdadera armonía empieza en el carrito de la compra y la forma consciente de comprar ciertos alimentos. Y eso lo sabe bien Júlia Rovira (@juliarovira__), psicóloga experta en cocina y defensora de una gestión doméstica práctica, sostenible y, sobre todo, realista.

Con el precio de los alimentos en constante cambio, Júlia ha querido compartir sus consejos más efectivos para ahorrar en la compra sin renunciar al sabor, la frescura ni la salud. No se trata de buscar gangas por impulso, sino de aplicar el sentido común con inteligencia. Y en eso, ella es toda una maestra.

Paga por la cantidad y no por el precio unitario

A veces, vas al supermercado, ves dos paquetes del mismo producto y piensas: “Voy a coger este, que es más barato”. Pero Júlia nos anima a ir más allá. "Tienes que fijarte en el euro kilo, ante dos productos muy similares, puedes pensar que el de menor precio será el más barato. Pero puede que sea más barato porque tiene menos cantidad", explica.

Puede que ese paquete más barato tenga menos cantidad y, en realidad, te esté costando más. Es decir, pagar menos no siempre significa ahorrar. El ahorro real está en comprar más por menos, no en comprar menos por poco.

Busca las mejores ofertas

La palabra “oferta” tiene un poder casi hipnótico. Nos lanza directamente al producto, sin pensar demasiado. Pero Júlia invita a parar, mirar y calcular. ¿Sabías que el famoso 2x1 es, en realidad, la mejor oferta? Representa un 50% de descuento real. En cambio, la típica "segunda unidad al 50%" solo implica un 25% de ahorro. La experta hace una pequeña clasificación que conviene recordar:

  • 2x1 = 50% de ahorro
  • 2ª unidad al 70% = 35%
  • 3x2 = 33%
  • 2ª unidad al 50% = 25%

Ahora bien, si compras algo que no necesitas, ni siquiera el mejor descuento es una buena inversión. Y no olvides los productos con fecha de caducidad próxima: al final del día, muchos supermercados los rebajan aún más. Si puedes consumirlos pronto, son una gran oportunidad.

Planificar antes de salir

El caos empieza cuando improvisamos. Una compra sin lista es una puerta abierta al descontrol. Por eso, Júlia insiste en la importancia de sentarse unos minutos antes de salir y pensar: ¿Qué necesito esta semana? ¿Qué comidas voy a preparar?

"Escribe una lista de la compra con tus básicos y la comida de la semana. De esta forma no habrá sorpresas en tu carro ni compra por impulso", asegura. Con esta estrategia, el supermercado se convierte en una tarea rápida y eficiente, no en una tentación llena de sorpresas innecesarias.

Compra sin hambre

Parece un consejo sacado de un blog de bienestar, pero Júlia lo confirma: ir a comprar con el estómago vacío es la receta perfecta para el gasto impulsivo. Cuando tienes hambre, todo te parece una buena idea: chocolates, bollería, snacks… Y lo peor es que, normalmente, son productos que no estaban en la lista ni lo estarán en tu menú saludable.

Compra solo cuando realmente lo necesites

El último consejo es quizás el más radical, pero también el más lógico. Júlia recomienda esperar a tener la nevera y la despensa prácticamente vacías antes de hacer la compra. ¿Por qué? Porque así evitas acumular alimentos que ya tienes y te aseguras de que todo lo que compres será fresco, reciente y necesario.

Este hábito, además de ahorrar dinero, ayuda a evitar el desperdicio alimentario, que muchas veces ocurre por el simple hecho de no haber revisado bien lo que teníamos en casa.

Imágenes | Vía @pensa.claro

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