Pese a tener un rico patrimonio y unos paisajes excepcionales, Galicia está plagada de edificios y elementos urbanísticos y arquitectónicos que afean el entorno
El feísmo es un término acuñado en Galicia para describir los edificios y los distintos elementos que distorsionan el paisaje de campos, pueblos y ciudades
Galicia es una tierra maravillosa. Tiene un patrimonio histórico-artístico único, una excelente gastronomía, unos paisajes naturales excepcionales, unas costas que hacen palidecer a cualquiera... Pero tiene un problema a nivel urbanístico y arquitectónico: aunque es una comunidad preciosa, aún podría serlo más si no existiera el feísmo.
Y no es que lo diga yo. Es que lo dicen en la propia Galicia. De hecho, en esta comunidad del noroeste de España ha acuñado un término para definir esa situación que tanto afecta al paisaje: el feísmo gallego.
¿Qué es el feísmo gallego?
Este término comenzó a usarse en los años 90 en La Voz de Galicia, y hoy, está muy extendido tanto a nivel social como en las propias administraciones gallegas. Dentro del término feísmo se integran los edificios que además de feos, son incoherentes con el medio que les rodea y que destruyen y afean el bello paisaje gallego.
Pero además de los edificios, dentro del feísmo también se incluyen otros elementos como los materiales de construcción mal utilizados, el cierre de fincas con somieres o con chatarra, edificios mal restaurados, el uso abusivo del cemento, señales informativas puestas sin criterio tapando monumentos, grandes urbanizaciones aisladas, los miles de edificios que han sido abandonadas a medio construir, construcciones de edificios altísimos en medio de casas de una o dos alturas generando horribles medianeras, edificios modernos que simulan fortalezas medievales, hórreos tapados con uralita...
En definitiva, el feísmo integra todos esos elementos o actuaciones que hacen que Galicia sea más fea. En él también se incluye el arboricidio o la tala injustificada de árboles para sustituir zonas verdes por plazas de cemento o piedra.
El problema del feísmo lo tienen muy estudiado en Maltrato da Paisaxe, una cuenta muy presente en redes sociales donde hablan del maltrato del paisaje y de canibalismo urbanístico; dos términos muy definitorios de la situación que se está vivienda en muchas zonas de Galicia.
Canibalismo y apego por lo feo
Ese canibalismo y ese apego por lo feo es el resultado de un cóctel que se ha ido conformando desde los años 60, con desinterés, falta de respeto por la personalidad y por las tradiciones, falta de normativa y de planificación urbanística, incumplimiento de las normas existentes por parte de los promotores, arquitectos e incluso de los propios ayuntamientos...
Estos elementos han provocado una situación que se ha cargado el paisaje gallego, marcando la diferencia con territorios vecinos. Desde Maltrato da Paisaxe denuncian que en zonas fronterizas como Asturias, León o Portugal, son mucho más respetuosos en la forma de relacionarse con el paisaje que en Galicia, siendo que se trata de parajes, culturas y arquitecturas muy similares.
Por suerte, y pese a la complicada situación, lo cierto es que entre la clase política se están buscando soluciones al problema fijándose en lo que sucede en países como Francia, donde los profesionales deben formarse en arquitectura tradicional si quieren realizar obras en inmuebles tradicionales.
También hay administraciones locales más sensibles con la situación que están persiguiendo los casos de feísmo, y la propia Xunta presentó una guía de colores y materiales para intentar reorientar las nuevas construcciones. Además, desde hace hace cuatro también se han convocados ayudas desde el ejecutivo autonómico para enmendar casos de feísmo’ urbanístico, otorgando subvenciones para rehabilitar cubiertas, fachadas o medianeras, así como para mejorar los cierres de fincas de gran dimensión, con 10 millones de euros repartidos en 2.300 subvenciones.
Aún así, y junto a la normativa y al trabajo de las administraciones para poner coto al feísmo, lo más importante de todo sin duda es la educación y la concienciación ciudadana para respetar el paisaje y el patrimonio que Galicia ha ido creando desde hace cientos de años.
Fotografía de portada | Maltrato da paisaxe. Canibalismo urbanístico
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