Si hace poco nuestra compañera Raquel nos indicaba que el color naranja era un buen color para decorar, hoy quiero compartir con vosotros una tendencia que cada vez se ve más en las tiendas, y es la combinación de este con el color gris. El motivo de estos dos colores es sencillamente porque el gris neutraliza al color naranja, hace los espacios más apacibles y deja que el énfasis se lo lleven los detalles.
Sobre estas líneas tenéis un buen ejemplo de cómo usar ambos tonos. El naranja sirve para los complementos, como los cojines o el gran cuadro que hay sobre el sofá. Pero las grandes piezas son de colores más neutros para no agobiar a la vista. Observad cómo la combinación con la pantalla blanca de las lámparas es soberbia, no destaca pero sabemos que está ahí, es un punto de descanso para la vista. Ved también cómo encima de la mesa hay como un cajoncito de madera que, aunque no es naranja, da el pego en ese ambiente.
Sobre estas líneas, tenéis una nueva interpretación de esta tendencia. En este caso, el gris de las paredes tiene acentos azules para no oscurecer el ambiente, y se ha combinado con un cuadro en tonos naranjas que hacen juego con el edredón que cubre la cama. El resultado es chic y muy vistalista, pero sin resultar recargado ya que el naranja habla por sí mismo y no necesita otros complementos.
Si no os atrevéis con un naranja radical, ¿por qué no pintar las traseras de un mueble? En el estudio que veis sobre estas líneas, se ha combinado el naranja del fondo de la estantería, con el gris de las paredes y con el blanco del resto de objetos. Actualmente en el mercado hay muchos complementos blancos que pueden ayudar a completar este tipo de estancias aportando personalidad (¿habéis visto la papelera?) pero sin quitarle protagonismo al resto de muebles.
Del estudio que hay sobre estas líneas, me gusta el estor aunque esté un poco raído y sobre todo el uso del blanco para restarle la monotonía que podría tener al ser tanto paredes como suelo grises. El flexo naranja es otra nota de color que no distrae de la estantería, la verdadera protagonista del conjunto.
No me resisto a no enseñaros un atrevimiento: el comedor que tenéis sobre estas líneas. Observad cómo es un comedor muy neutro, sin nada de particular. Unas sillas cualquiera, una mesa cualquiera, un par de lámparas... pero ved cómo la bola de cristal naranja que hay al fondo marca la diferencia para bien. Ha conseguido con un sólo complemento darle una personalidad totalmente distinta a un comedor anodino. ¿Alguien se atreve?
Imágenes vía | Apartment Therapy En Decoesfera | El naranja, ¿un buen color para decorar?
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