A la hora de decorar una casa, la elección de los colores es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta, la primera duda suele estar entre optar por tonos cálidos o fríos y después vienen los matices. En decoración, como en moda, hay tendencias en colores, es habitual que en verano los diseñadores y firmas propongan colores más brillantes e intensos y en otoño e invierno, tonos más apagados, pero a excepción de los complementos textiles, que se varían con cierta frecuencia, no podemos cambiar la decoración de la casa cada temporada.
Por eso es importante equilibrar, lo habitual es escoger tonos más neutros, clásicos y atemporales para las paredes, donde solemos mantener el mismo color durante años, los muebles más grandes de cada estancia, dotados de un gran protagonismo normalmente tienen también una cierta sobriedad, por lo que una buena idea es romper esa monotonía con algún mueble auxiliar o complemento de un color intenso como por ejemplo el naranja. Hay teorías acerca del efecto de los distintos colores en el ambiente, el Feng Shui, por ejemplo, nos aporta gran información al respecto, con todo, la elección de color es siempre muy personal, habrá gente a la que le encante y otros a los que les horrorice.
Los colores cálidos e intensos, transmiten energía, fuerza y vitalidad, por eso es importante tener en casa sobre todo en el salón o en la cocina, las estancias donde se desarrolla la vida cotidiana, elementos de algún color alegre para que nos aporten esas sensaciones, no así en el dormitorio, que es un lugar de descanso y por lo tanto se corresponde mejor con tonos más relajantes. Una butaca, un puff, una mesa auxiliar... son algunos ejemplos de accesorios de los que nos podemos servir para darle un toque de color a nuestro espacio, a mi para ellos el naranja me gusta, por su luz, por su brillo y porque no es difícil de combinar, aunque hay otras opciones a tener en cuenta como el fucsia, el amarillo...
Imágenes vía | Zuo En Decoesfera | Una habitación... ¿en naranja?
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