La cocina es uno de los espacios que más ganas nos da de renovar en cuanto pasan unos cuantos años. Básicamente, porque las cocinas son de las estancias que más uso le damos (con el desgaste que ello conlleva en el mobiliario y los electrodomésticos) y lo cierto, es que rápidamente las vemos desfasadas (los muebles son costosos y es difícil mantenerlos actualizados, al igual que los aparatos eléctricos).
Hoy un post para renovar una cocina dándole un toque de color en amarillo. Un antes y después basado en la pintura de armarios, la eliminación de elementos que no son imprescindibles y la renovación de los electrodomésticos. Buenas ideas que podemos poner en práctica sin que nos cueste un dineral darle una actualización a la cocina. ¿Quién se apunta?
Fuera madera
Lo primero y más impactante de la renovación de esta cocina, es el gran cambio en la luz del espacio. Ha pasado de ser una habitación oscura, a una alegre y con muchísima luz. ¿Cambios estructurales? ¿Una ventana mayor...? No. Simplemente eliminando toda la madera oscura, que se "comía" literalmente la luz natural, y pintando en colores claros, la cocina ha potenciado sus metros cuadrados y las sensaciones que nos transmite.
Os confieso que no soy de tonos amarillos en la decoración. En todo caso, los reservaría para dar toques puntuales de color en textiles, o algún auxiliar que sea fácilmente sustuible. Sin embargo, he de reconocer que el toque amarillo en las puertas de esta cocina, me ha ganado del todo. Queda maravilloso. Se han conservado los armarios y pintado las puertas. Y ese MIX blanco-amarillo le da un toque fresco y renovado que no podría ser más acertado.
Baldas en todo el frontal superior
Otro de los factores que influyen a la hora de percibir el espacio más "ligero", es la eliminación de todos los armarios superiores. Las baldas son un recurso que nos permite guardar mil cosas son cargar los espacios. El resultado es una cocina más desenfadada, con menos mueble cerrado y un diseño actual que enamora.
Una puerta protagonista
Seguimos pendientes de los cambios que han conseguido transformar esta cocina, y otra de los protagonistas es la puerta que da al jardín. Con más cristal que deja pasar la luz y pintada en el mismo amarillo del resto de los muebles, queda integrada a la vez que se convierte en elemento diferente y especial.
El rincón bonito
El rincón de la nevera es uno de mis favoritos. Renovando el electrodoméstico, pintando en blanco y colocando unas baldas, han conseguido un espacio funcional y práctico en esta esquina de la habitación. Cada detalle cuenta y el utilizar las baldas en esta otra pared da continuidad visual al entrar en la cocina. Por supuesto, deben estar a la misma altura que las del resto de la habitación.
Detalles especiales
En cualquier renovación, los detalles son lo que marcará la diferencia. Porque es en ellos donde especialmente damos la personalidad a un espacio. Lo que finalmente determinará el estilo decorativo y hasta el ambiente que se respira en la casa. Por ejemplo, unas pequeñas plantas en la ventana, dan ese toque diferente y personal que necesita la habitación.
Si alguno está pensando en meterse en obras, primero que reconsidere la posibilidad de aprovechar lo que ya tiene. Quizá es cuestión de quitar, en lugar de poner. Para cocinas de pisos de alquiler, o darle un lavado de cara en previsión de una venta de la vivienda, la idea de pintar los muebles, retirar los que sobren y colocar electrodomésticos nuevos, pero que no se salgan de precio, puede ser una opción válida que revalorice nustro inmueble y consiga el objetivo final: un alquiler o venta rápida.
¿Quién se apunta a una cocina nueva?
Vía | A beautifull Mess
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