Todavía no se conocen con seguridad las consecuencias definitivas de la crisis del coronavirus aunque ya se prevé que en el sector inmobiliario se pueda producir un cambio significativo. Los precios abusivos e incluso abusivos de las grandes ciudades dejan de tener sentido en un entorno en el que el teletrabajo, o al menos una mayor flexibilidad laboral, es y -parece que seguirá siendo-, la nueva realidad.
Las zonas rurales en las que el acceso a internet esté garantizado y que tengan buenas comunicaciones con ciudades más grandes podrían ser una buena alternativa para vivir. Porque durante esta crisis hemos redescubierto y hemos dado más importancia a nuestras casas y en poco tiempo han cambiado nuestras necesidades, lo que supone un cambio a la hora de buscar una nueva vivienda.
Los expertos la empresa de tasaciones Instituto de Valoraciones, han analizado los hábitos y motivaciones de los futuros compradores, detectando algunas tendencias que podrían ayudar a impulsar el mercado inmobiliario rural. Esta puede ser incluso una buena oportunidad para la llamada "España vaciada", si en paralelo se llevan a cabo las medidas que favorezcan el acceso de los habitantes de estas zonas a servicios básicos de calidad como internet o centros educativos y sanitarios.
Aumenta el interés por segundas residencias donde teletrabajar
La situación que hemos vivido ha hecho que haya aumentado el interés de los compradores por las casas en la montaña o en el campo. Estas siempre han sido una opción de segunda residencia para pasar los fines de semana o el verano pero tras la época vivida recientemente en España por la llegada de la pandemia, las personas muestran mayor interés por tener una vivienda en zonas rurales fuera de las grandes urbes, en donde puedan pasar su tiempo libre en ambientes tranquilos y con menor densidad de población (lo que también implica menor riesgo) o incluso, teletrabajar si les es posible.
Viviendas adaptadas a la demanda actual.
Los amplios terrenos disponibles en las zonas rurales permite que las viviendas se adapten a las demandas e intereses de los actuales compradores.Este tipo de viviendas pueden alojar terrazas, jardines, piscinas e incluso estancias extra que se pueden utilizar como despachos.
En cuanto a su precio, en algunas ciudades como Ciudad Real o Teruel, su valor de mercado medio se sitúa por debajo de las grandes urbes como Madrid y Barcelona. En el segundo trimestre del 2020, el precio medio de mercado en Ciudad Real o Teruel fue de 1.007 €/m2 y 1.030 €/m2 respectivamente, mientras que en Madrid y Barcelona alcanzó valores superiores a los 3.000 €/ m2, según datos arrojados por SMARTA, la plataforma de información del sector inmobiliario basada en big data e inteligencia artificial de Instituto de Valoraciones.
Tranquilidad, sostenibilidad y bienestar, entre las prioridades.
Tras la excepcionalidad de los últimos meses muchas personas se han dado cuenta de lo valioso que es su bienestar personal, tanto físico como mental, y han aprendido a valorar el tiempo libre en casa o el ahorro de tiempo y estrés que conlleva no tener que coger atascos o transporte público para ir a sus oficinas. Por otro lado, se prioriza también el respeto por el medio ambiente y las prácticas sostenibles, lo cual en las zonas rurales resulta mucho más fácil, pues se impulsa la producción y el consumo local o el cuidado de la naturaleza que rodea estas áreas.
Posibilidades de inversión con buena rentabilidad
Este año, y posiblemente en un futuro próximo, la tendencia se dirige hacia más turismo nacional. Se está optando por pasar las vacaciones en alojamientos rurales o de costa donde preferiblemente no haya muchas aglomeraciones y donde las preocupaciones sean lo menores posibles. Así, se podría concebir la situación actual como un buen momento para sacar rendimiento a los ahorros invirtiendo en la España más rural, donde podrían encontrarse buenas oportunidades, tanto para el disfrute propio como con objetivos de rentabilidad durante todo el año.
A mayor interés, mayor parque de vivienda.
La construcción de obra nueva en zonas como Ciudad Real o Teruel, en donde entre los meses de enero a abril de 2020 se han concedido 210 y 119 visados de dirección de vivienda de obra nueva respectivamente, según los últimos datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, es mucho menor que en otras ciudades que presentan mayor demanda como Madrid (4.729) o Barcelona (2.835). Así, sería lógico pensar que, si se presentase un aumento real de interés por las zonas rurales como destinos para vivir o para invertir en segundas residencias, este parque de viviendas podría aumentar, lo que también incidiría positivamente en la oferta de servicios en zonas adyacentes.
Información Vía Institutos de Valoraciones |Imagen de portada proyecto de Zooco Estudio
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