El teletrabajo se ha convertido en la realidad diaria para millones de españoles tras las medidas puestas en marcha por autoridades y empresas para intentar frenar la expasión del COVID-19.
Esta situación ha llevado a muchos ciudadanos a tener que adaptar un espacio de su hogar para poder trabajar. Pero, ¿cómo lo hacemos? Hay viviendas que tienen la posibilidad de instalar un despacho o un estudio en una habitación libre.
En cambio, en otras casas no hay posibilidad alguna de utilizar una estancia entera para instalar el despacho, así que hay que habilitar sí o sí una zona de trabajo en algún rincón de la casa como el salón o incluso el dormitorio en caso de que los peques campen a sus anchas por las zonas comunes de la vivienda.
Si os encontráis en esta tesitura, hemos estado hablando con Manuel Delgado, interiorista de Ikea (de forma online, no os preocupéis, que respetamos por completo el aislamiento), para que nos de unas cuantas pautas para crear una zona de trabajo en casa.
Busca un lugar tranquilo
Lo primero que hay que hacer para montar un rincón de trabajo es buscar el lugar más tranquilo de la casa para favorecer la concentración y evitar distracciones. En este punto, asegúrate de que tienes una buena conexión a internet y que tienes enchufes cerca para conectar los equipos.
La luz, fundamental
Además de que sea un sitio tranquilo, es importante que el espacio elegido que esté bien iluminado para favorecer la concentración y evitar la irradiación de los ojos. Sin duda, lo mejor es contar con luz natural. Pero como no es siempre posible, hay que buscar una iluminación similar a la que proporciona la luz del sol.
Para conseguirlo, podemos utilizar un flexo con brazo y pantalla regulables y con una bombilla LED que nos permita regular tanto la intensidad como el color de la luz. El sistema de iluminación TRÅDFRI con kit de Ikea con mando a distancia es perfecto para esta función.
Intenta diferenciar el espacio de trabajo
Una vez que has elegido el espacio en el que vas a ubicar la zona de trabajo, vamos a intentar separarlo o diferenciarlo de alguna manera del resto de la estancia. Así, tanto la persona que trabaja como el resto de miembros de la familia podrán identificar esta zona.
Elige muebles ergonómicos y flexibles
Para crear un espacio de trabajo confortable es absolutamente necesario elegir muebles ergonómicos y flexibles para que podamos trabajar en una postura cómoda. La silla es clave para mantener una buena postura mientras trabajamos, por lo que conviene elegir sillas con apoyo lumbar incorporado, asientos de altura regulable y funciones de reclinado. Por ejemplo, la mesa SKARSTA ajusta la altura entre 70 y 120 cm.
Con plantas, mejor
Vamos a intentar crear un espacio fresco, y si puede ser, que esté rodeado de plantas para relajarnos y conectar con la naturaleza para tener un entorno saludable e inspirador. Y por supuesto, acostúmbrate a ventilar el espacio a diario para asegurar un ambiente sano.
Apuesta por accesorios inteligentes
Si no tienes demasiado espacio para crear la zona de trabajo tendrás que apostar por accesorios inteligentes que tengan dos funcionalidades. Por ejemplo, el flexo RIGGAD, además de iluminar, también incorpora un cargador inalámbrico en la base para cargar el teléfono móvil tan solo con situarlo encima, evitando los incómodos cables que siempre están por medio.
Todo en orden
Si queremos ser eficientes y funcionales, tenemos que tener el espacio limpio y el material perfectamente organizado. La pared es la aliada perfecta para colocar estantes, baldas, cajas... Los espacios que están más mano podemos reservarlos para las cosas que utilizamos más a menudo, y las zonas más altas o las más apartadas, para guardar los útiles que menos falta nos hacen.
Para encontrarlo todo a la primera las etiquetas te vendrán genial. Y además, es recomendable recoger todo cuando acabemos la jornada labora para desconectar mentalmente y descansar.
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