Nos encantan y le dan a las casas un aire romántico y un pelín rústico. Cestas de mimbre, de cáñamo, de hojas de plátano, de esparto, han sido fundamentales en los hogares españoles desde tiempos inmemoriales y forman parte importante de la vida cotidiana de nuestro mundo rural.
Ahora cobran protagonismo como objetos decorativos tanto en exteriores como en interiores. Y si a estos cestos y cestas de fibras vegetales unimos las flores secas, el tandem es invencible.
Están de moda los bouquets de mimosas, de hortensias liofilizadas o secas, en tonos pastel, tan románticas y decorativas. Están de moda las rosas de pitiminí y las ramas de eucalipto con ese toque shabby chic campestre. Las flores son el detalle perfecto y hogareño que nunca deben faltar.
Si tienes un cesta o un cesto, ya sea con tapa o simple, de buscar setas, de llevar de picnic, de coger los huevos en el corral del pueblo, haz tú mismo un centro de flores y adorna ese rincón de tu vida. Una esquina del recibidor, a los lados de la puerta de la terrza, en el porche o sobre los armarios son infalibles para dar sensación de trtanquilidad. Si encima son ramos de lavanda desprenderán aroma a limpio y a tranquilidad.
¿Os gustan las cestas y cestos de fibras naturales llenos de flores secas?
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En Decoesfera | Secando flores, del jardín al centro de mesa