Cuanto más lo visitamos, más nos gusta Portugal. Y hay muchos motivos para que este país nos tenga absolutamente enamorados. Por su gastronomía, por el ambiente de sus ciudades, por sus increíbles playas... ¡y por la decoración!
Porque nuestro vecino del este es un país exquisito a la hora de decorar y de cuidar los detalles. Y por eso, hoy os traemos 9 razones para enamorarnos decorativamente hablando de Portugal (aunque podríamos escribir hasta 200 razones más, lo sabemos)
Los azulejos
Hablar de Portugal es hablar de azulejos, de esos maravillosos mosaicos que dan vida y color a las fachadas de sus ciudades, y al interior de sus edificios. Nos fascinan tanto en su versión más clásica, en blanco y azul, como cuando se atreven con diseños originales y atrevidos que sorprenden en cada esquina.
El empedrado de sus calles
Lisboa, y el resto de localidades portuguesas, tienen un denominador común. Ese increíble empedrado que tanto sabor da a sus calles y plazas.
Lisboa, como tantas otras localidades portuguesas, comparte un denominador común que cautiva a quien pasea por sus calles: el empedrado. Este singular mosaico de piedras blancas y negras no solo aporta carácter y belleza, sino que imprime a plazas y avenidas un aire inconfundible, lleno de historia y tradición. Cada dibujo, cada ondulación en el suelo, convierte el simple hecho de caminar en una experiencia estética, como si la ciudad entera se desplegara bajo nuestros pies en forma de obra de arte.
Por la porcelana de Vista Alegre
Hablar de Portugal es hablar de porcelana. Una tradición que está muy enraizada en el país vecino. Y hablar de porcelana portuguesa, es hablar sin duda de Vista Alegre. Una firma nacida en 1825 junto a la ciudad de Aveiro con unos diseños de esos que enamoran, capaces de unir tradición y modernidad que siguen atrapando a familias reales, presidentes del gobierno, embajadores... y por supuesto, también a nosotros. La fábrica, y su museo, puede visitarse y es de lo más recomendable.
Sin olvidar la cerámica de Bordallo Pinheiro
Tampoco podemos olvidarnos de las piezas de Bordallo Pinheiro, una firma que ha tenido un papel clave en la proyección internacional de la cerámica portuguesa, con sus diseños alegres y colorista inspirados en motivos naturalistas.
Los muebles de Boca do Lobo
No solo de cerámica vive Portugal. Los lusos también pueden presumir de tener firmas de mobiliario y decoración como Boca do Lobo. Una exclusiva compañía cuyos muebles son un canto al diseño más vanguardista, con piezas la mar de atractivas que sorprenden a cuantos las conocen y que son capaces de darle el toque de personalidad a cualquier ambiente.
Los sofás y sillones de Munna
Munna está especializada en muebles tapizados, combinando técnicas tradicionales e innovación creativa, que hacen auténticas maravillas.
Tiendas como A Vida Portuguesa
Salir de compras por Lisboa es una auténtica maravilla, pudiendo encontrar (todavía) tiendas con mucho sabor. Entre ellas, en esta selección de motivos decorativos para visitar Portugal nos quedamos con A Vida Portuguesa. Una encantadora tienda lisboeta en la que es posible comprar esos productos artesanales y bonitos que tanto nos gustan del país vecino.
Los jabones de Claus Porto
Los dosificadores son prácticos y funcionales, lo sabemos. Pero no por eso queremos renunciar a los jabones de toda la vida. Y más, si son como los de Claus Porto. Una empresa de jabones y perfumes que crean de forma artesanal auténticas maravillas para disfrutar del baño inspirándose en los ingredientes del exuberante paisaje de Portugal.
Los muebles de TGV Interiores
Esta firma de decoración, puntera en Portugal, es un negocio familiar que tiene ya tres décadas de historia en el país vecino. TGV Interiores cuenta con colecciones propias de mobiliario de diseño, además de dar servicios de gestión integral de proyectos de arquitectura y decoración de interiores.
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