Qué importante es compartimentar y separar ambientes en una casa para crear esos espacios acogedores y con usos diferentes. A primera vista, podría parecer que cuando hablamos de separar ambientes nos referimos a levantar un tabique.
¡Y nada más lejos de nuestra intención! Queremos separar ambientes pero sin levantar tabiques. Y te vamos a demostrar que es posible con estos tips.
Un muro de cristal
¿Te gustan los espacios abiertos pero quieres mantener cierto cierre entre el salón y la cocina para evitar humos, o entre el salón y el dormitorio para evitar ruidos si tu pareja decide quedarse a ver la tele por la noche? Pon un muro de cristal.
Los cerramientos de cristal también son ideales para separar el salón de la zona de entrada y descargar a la vez la pesadez de un muro tradicional. Tendrás continuidad visual y dejarás pasar la luz, pero manteniendo cierta separación.
Un armario (o una estantería) separador
En ocasiones, instalar un armario o una estantería para separar dos ambientes en un espacio abierto puede ser una buena idea. Te permite ejecutar la separación sin levantar un tabique, y además puedes ganar espacio de almacenamiento (algo que la verdad es que nunca viene mal).
Estos armarios son muy prácticos para levantar una separación entre el hall de entrada y el salón, consiguiendo así tener algo de intimidad para evitar que se vea toda la casa cuando abres la puerta a un extraño. En los dormitorios, estos armarios pueden servir de armario propiamente por un lado, y de cabecero por el lado de la cama.
Lamas separadoras
Si te gusta la idea del armario o estantería, pero quieres algo más liviano y que ocupe menos espacio, colocar unas lamas separadoras para dividir ambientes puede ser una estupenda opción.
Una puerta corredera
Si en fincas, hoteles y restaurantes hay puertas correderas para dividir salones, ¿por qué no llevar esta idea hasta nuestra casa? Son perfectas para aislar de una forma rápida y funcional el dormitorio del salón, o el despacho del salón.
Son muy prácticas sobre todo cuando vivimos solos y tenemos la casa abierta, ya que podemos independizar habitaciones cuando tenemos visitas.
Suelos diferentes (o una alfombra)
A veces no hace falta armarios ni estanterías o lamas para dividir el espacio. Con un cambio de suelo para distinguir la zona de salón de la de comedor, o la cocina del salón o el dormitorio del vestidor te bastará.
Y si no quieres meterte en un cambio de suelo, también puedes apostar por una alfombra potente y con personalidad para dejar claro cada espacio.
Cortinas divisorias
Son decorativas, y muy funcionales. Una cortina es un fantástico elemento para separar ambientes. Se corre en un momento y puede dividir el salón de la zona de trabajo en un momento. Eso sí, la parte negativa es que no aíslan de los sonidos.
Por contra, son el complemento perfecto para dar intimidad a los dormitorios cerrados por paredes acristaladas.
Un clásico: Los biombos
En la actualidad tenemos biombos decorativos que son una auténtica obra de arte y que además de separar, quedan sumamente decorativos.
Las celosías tampoco pueden faltar
En madera, en metal, doradas... las celosías te ayudarán a crear un ambiente sofisticado, natural o industrial, dependiendo del estilo que tengas en casa.
Foto de portada | Leroy Merlin