Los textiles de nuestra casa son, pese a la poca importancia que les damos a veces, un arma importante a la hora de decorar, y no sólo por la capacidad que tienen de transmitirnos sensaciones a través de su color, también porque dependiendo del material que elijamos nuestra casa puede ser más fresca o más cálida, tener más o menos luminosidad o incluso cambiar de estilo.
Por todo esto y por lo económico de gran parte de estos complementos no es raro que os hablemos de ellos cada vez que cambiamos de estación, sólo con los textiles podemos conseguir darle un aire totalmente diferente a nuestra casa, un aire de temporada y todo ello sin hacer un gasto excesivamente grande.
Llegado el verano son tres las cosas que todos esperamos conseguir: * una casa más fresca * más luminosa, de acuerdo con el carácter de la estación * y de acuerdo también con ese carácter conseguir un toque vivaz a través del color
No voy a decir que lo tenemos fácil, son muchos frentes sobre los que actuar y algunos consejos pueden ser contradictorios, pero lo cierto es que aunque no podemos remodelar nuestra casa del todo con la ayuda de los textiles, como os hemos dicho en varias ocasiones podemos conseguir grandes cambios.
En primer lugar para conseguir una casa más fresca evita los tejidos pesados y fundas, puedes cambiarlos por unos más ligeros, notarás el cambio rápidamente, el lino es un ejemplo perfecto, como el algodón, dos tejidos que por ejemplo en las cortinas nos ayudarán también a que pase gran cantidad de luz.
Los colores también influyen en nuestra percepción del calor, por lo que si vas a cambiar de tejidos opta por los tonos fríos aunque en colores pastel, como el verde agua o el azul celeste.
Por un lado le darán a tu casa un toque de verano, y por otro conseguirás una percepción más fresca del interior de tu casa, sí sé que esto no es suficiente a 40º, pero algo es algo.
En el dormitorio evita fundas, mantas, cubrecamas, y todos esos complementos textiles que tanto nos ayudan en invierno. Si puedes permitirte quitar las alfombras o sustituirlas por esteras (esto ya depende de tu decoración) mejor que mejor.
Este mismo consejo es aplicable a los salones, sí sé que aunque estén en verano no los usamos, pero aunque no se usen nos producen calor y además hacen que la estancia resulte agobiante cuando este aprieta.
Los textiles no sólo nos ayudan en apariencia, también son útiles en la práctica, como por ejemplo para cubrir ventajas y evitar así el paso de calor que pueda calentar el interior cunado no estamos, los estores son una medida eficaz en estos casos.
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