Salones de estilo nórdico

Salones de estilo nórdico
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El salón es una de las estancias más importantes de la casa. En él hacemos la “vida social” y por supuesto muchos de nosotros lo usamos para relajarnos tras una dura jornada de trabajo. Hoy continuamos con nuestro especial de estilo nórdico con estas estancias que tanto nos motivan.

Al igual que veíamos el otro día en los vestíbulos, los salones nórdicos apuestan por los colores claros para aprovechar hasta el último rayo de sol que penetra por sus ventanas. La madera es el material rey de estas habitaciones, y la encontramos tanto en suelos como en paredes, dadas sus cualidades aislantes y la facilidad para encontrarla en sus bosques.

No podría deciros si hay uniformidad en suelos, ya que en este estilo los he visto de muchos tipos: desde tarimas a parqués y con una variedad cromática en la madera, incluso pintada como en la imagen inferior, que no creía posible. En lo que sí que coinciden es que estos suelos suelen estar vestidos por alfombras que no ocupan toda su superficie (al contrario que las sempiternas moquetas que podemos ver en casas británicas o alemanas) y que están muy cuidados.

Un salón nórdico con comedor

Estos suelos de madera ofrecen un contraste perfecto con las blancas paredes en las que podemos ver estanterías, cuadros o muebles pero siempre dejando mucho espacio visual libre. En los salones de estilo nórdico no vemos los abigarrados muebles que ocupan un tabique entero, sino que estos llegan más o menos a media altura para dejar las partes superiores libres. Si algún mueble llega hasta el techo, se procura dejar bastantes huecos en el resto de la estancia para compensar y no llenar demasiado la habitación visualmente.

Textiles en un salón nórdico

El salón nórdico también se convierte en el centro de la vida social de una casa, por lo que casi siempre vemos una zona de tertulia organizada en torno a un sofá, que se sitúa cerca de una fuente de calor, ya sea la estufa en los pisos más antiguos o el radiador. Dado que las paredes suelen ser blancas, el énfasis en estos salones suele estar en los textiles, tanto en el sofá como en los cojines y en la alfombra, y es ahí donde los diseñadores intentan atraer nuestra atención mediante unos tonos cálidos y acogedores que contrastan a la perfección con la sobriedad reinante en el resto de la habitación.

En cuanto a las telas, lo habitual es que en el estilo nórdico se recurra a materiales naturales como el algodón o la lana, que proporcionan calor pero que son transpirables. Es frecuente encontrar sobre los sofás, además de los cojines, una manta para combatir el frío en las largas noches de invierno, que también forma parte de la decoración de la estancia con toda la naturalidad del mundo. Por cierto, si vais buscando cortinas de estilo nórdico, que sepáis que existen aunque no es frecuente verlas en casas suecas o noruegas como parte de su cultura de aprovechar toda la luz exterior posible.

Muebles en un salón nórdico

La zona de lectura de un salón nórdico.

Sobre la disposición de los muebles, además del mencionado sofá con su mesa baja para conformar la zona de tertulia, en estos salones encontramos aparadores bajos (en la mayoría), alguna estantería y pufs para poder sentar a las visitas cuando estas se produzcan. Al igual que en los salones españoles, también es frecuente ver cómo el salón funciona como comedor, con una mesa alta y sillas, casi siempre de madera, que mantienen el estilo visual ligero de la estancia sin recargar en demasía.

No suele faltar en los salones nórdicos una zona de lectura, con una butaca o sillón que sean cómodos situados cerca de una zona de luz con los libros a mano. Me fascina un montón la disposición de este área de la habitación ya que en España no le prestamos a la comodidad para leer tanta atención como en los países escandinavos, y la verdad es que cuando veo una zona de lectura bien organizada me dan ganas de poner una en mi casa.

Iluminación en un salón nórdico

Un salón nórdico bien iluminado

Terminamos nuestro repaso de salones de estilo nórdico por la iluminación. En países donde la luz solar no está tan presente como en el nuestro, la iluminación de las estancias cobra una vital importancia. Los puntos de luz son estudiados meticulosamente para que las personas se sientan cómodas en todo momento, con una luz ambiental que haga más acogedoras las casas y no, como sucede muchas veces, parezcan un quirófano de la cantidad de bombillas que hay.

En primer lugar, solemos tener una fuente de luz en el techo que parte de una lámpara más o menos grande. Esta luz es la que sirve por ejemplo cuando estamos comiendo o necesitamos iluminación extra, ya que lo cierto es que la mayor parte del tiempo se usan sobre todo las luces indirectas provenientes ya sea de lámparas de pie o de mesa.

Las luces indirectas se reparten por toda la estancia coincidiendo con los asientos o con los lugares donde se quiere hacer énfasis. Es obligatoria, pues, la luz en la zona de lectura pero también solemos ver una o dos cerca del área de tertulia. De este modo las personas se sienten cómodas con la iluminación pero sin llegar a agobiar. Seguro que a vosotros también os ha pasado con la luz de los halógenos por ejemplo.

La verdad es que adaptar el estilo nórdico para vuestros salones no es difícil y tiene unos resultados bastante vistosos (aunque yo sí que pondría cortinas). Muy pronto os seguiremos contando los secretos de este estilo adaptado a otras habitaciones de la casa.

Imágenes vía | Alvhemmakleri En Decoesfera | Estilo nórdico, nuevo especial en Decoesfera

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