Las orquídeas son probablemente una de las plantas monocotiledóneas más comunes en la decoración interior de los hogares españoles. Reconocidas por sus flores de simetría fuertemente bilateral, las orquídeas constituyen un grupo de plantas de morfología extremadamente diversa y su tamaño varía desde unos pocos centímetros de longitud, hasta gigantescas agregaciones que pueden pesar cientos de kilos.
No obstante, con el tiempo y las adversidades climatológicas, las orquídeas muchas veces no logran materializarse dentro de casa (deben vivir en condiciones muy especiales, no soportan el frío, necesitan un grado de humedad determinado, etc). Por eso, hemos de conocer muy a fondo sus cuidados, así como las diversidad de medidas a llevar a cabo para estimular su crecimiento y floración anual.
¿Por qué no florece mi orquídea?
Según el portal My Beautiful Garden, es bastante normal que las orquídeas se tomen un descanso de vez en cuando, pues dependiendo de la especie, las orquídeas solo florecen una o dos veces al año. Sin embargo, si a pesar de estar en óptimas condiciones dentro de casa, esta floración se ve detenida y crees que tu orquídea estás perdiendo fuerza en cuanto a brotes florales, es importante conocer sus posibles causas y actuar ante ello: te enseñamos como.
Cuatro consejos para que mis orquídeas vuelvan a brotar
Con su belleza única y variada, las orquídeas son un auténtico tesoro en el mundo de las plantas. En la actualidad, existen casi 20.000 especies silvestres y 70.000 cultivares de orquídeas que, a pesar de su reputación de ser plantas delicadas, son particularmente populares debido a su colorida floración. Pero si sientes que la tuya está perdiendo flores o no brota regularmente, sigue estos cuatro consejos par volver a revivirla.
- Poda. Las orquídeas se benefician de una poda específica. Tan pronto como aparezca la primera flor seca, corta el brote directamente encima del segundo o tercer ojo para favorecer así la aparición de nuevas espigas florales.
- Elección del lugar. No son plantas que necesiten una luz excesiva ni calor solar. Por ello, lo ideal es un lugar luminoso pero sin luz solar directa, evitando sobre todo el exceso de calor en verano.
- Estímulo de frío. Como decíamos, estas plantas rechazan en parte el calor ambiental. Por eso, si la orquídea ya no florece es bastante posible que su temperatura ambiente sea demasiado alta. Para ello, cambia tu orquídea de habitación y asegúrate de que tenga una temperatura media de entre 15-16 grados centígrados.
- Fertilización. Durante la fase principal de crecimiento, utiliza fertilizantes especializados para evitar que se estanque su floración.
Fotografías | Unsplash
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