Seis plantas que deberías podar antes de que llegue septiembre para que vuelvan a florecer el próximo año

La poda es una tarea fundamental en cualquier jardín para conseguir que las plantas crezcan de forma saludable

Plantas que hay que podar en agosto
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Nacho Viñau Ena

Coordinator

La poda es una de las tareas imprescindibles en cualquier jardín. Más allá de controlar el crecimiento desmesurado de las plantas, esta práctica es fundamental para favorecer la floración de la temporada siguiente y garantizar que las plantas crezcan más fuertes y saludables.

Aunque cada planta tiene necesidades propias, los especialistas coinciden en que para muchas especies agosto es una de las mejores épocas para realizar la poda, ya que coincide con el final del periodo de cría de las aves,  y llega antes de las primeras heladas, ofreciendo así el momento perfecto para intervenir en distintas plantas.

Las plantas que hay que podar en agosto

El final del verano es el momento perfecto para podar varios arbustos caducifolios, trepadores y de floración estival. Esta poda puede ayudar a prolongar la floración de algunas especies, potenciar una segunda floración y promover un crecimiento más fuerte y vigoroso, retirando flores marchitas y brotes débiles o enfermos.

Glicinia

Glicinia

La glicinia es una planta trepadora que debe tener una doble poda. La primera, en agosto, es para ayudar a ordenar la planta y evitar que se expanda demasiado. La segunda poda hay que hacerla en invierno, allá por enero y febrero con el fin de favorecer la aparición de espolones florales cortos.

A la hora de podar se deben recortar los brotes nuevos, dejando unos 5-6 hojas de la rama principal, y eliminar los chupones de la base. También se pueden podar las flores marchitas para evitar la formación de semillas y favorecer la floración del año siguiente.

Lavanda

Podar lavanda

La lavanda, una planta que nos encanta por su aroma fresco y relajante, puede volver a florecer a finales de verano o en otoño. Y podemos podarla en esta época del año, una vez que las primeras espigas florales se han marchitado.

Para podar la lavanda y eliminar las espigas y limpiar bien la planta para dejarla con una forma compacta, deberás cortar alrededor de un tercio, eliminando las flores marchitas pero dejando las ramas con hojas.

Rosas trepadoras

Podar rosas trepadoras

Podar las rosas trepadoras en agosto es una manera eficaz de prepararlas para la próxima temporada y asegurar que sigan floreciendo con fuerza y belleza. Tras la explosión de flores del verano, llega el momento de retirar las rosas marchitas y sanear la planta, eliminando ramas débiles o enfermas que puedan restar energía al conjunto. Con esta intervención, no solo se favorece una estructura más equilibrada, también se estimula la producción de nuevos brotes que darán vida a la floración del año siguiente.

En este mes, además, las temperaturas aún son suaves y permiten que la planta cicatrice con rapidez antes de la llegada del frío. Conviene recortar los tallos que ya han florecido, guiar las ramas principales en horizontal para potenciar la salida de nuevos brotes y mantener la forma trepadora sin que pierda su carácter ornamental. Una poda de agosto bien hecha garantiza que, con la llegada de la primavera, la rosa trepadora vuelva a desplegar todo su esplendor en muros, pérgolas o vallas.

Jazmín de verano

Jazmín de verano

El mejor momento para podar el jazmín de verano es justo después de su floración, que suele prolongarse hasta finales de verano. En esta fase, conviene eliminar las ramas viejas o demasiado largas, así como aquellas que se vean secas o débiles.

También es recomendable recortar ligeramente los tallos que han dado flor, favoreciendo que la planta concentre su energía en la brotación de nuevos tallos jóvenes. Esta poda no solo ayuda a mantener la forma de la planta, también estimula que el próximo año florezca con más fuerza y de manera más equilibrada.

Madre selva de hoja caduca

Madre selva de hoja caduca

La madreselva de hoja caduca (lonicera japónica o lonicera caprifolium) es una de las trepadoras más agradecidas en el jardín: ofrece un crecimiento rápido, un aroma inconfundible y una floración generosa que alegra cualquier muro o pérgola. Sin embargo, para que mantenga su vigor y siga dando lo mejor de sí, necesita una poda regular que controle su desarrollo y estimule la aparición de nuevos brotes.

El momento ideal para podarla es una vez terminada la floración. Para hacer esta poda, hay que acortar los tallos largos y colgantes, dejando tres o cuatro hojas en cada uno, lo que ayuda a mantener la planta compacta y bien formada. También es importante eliminar desde la base los tallos más viejos, favoreciendo así el nacimiento de ramas jóvenes que serán las encargadas de florecer en la siguiente temporada. Con este cuidado sencillo, la madreselva no solo recupera energía, sino que asegura una presencia más equilibrada y espectacular año tras año.

Laurel

Laurel

El final del verano es un buen momento para dar forma y controlar el crecimiento del laurel mediante una poda ligera y de mantenimiento. Eliminando ramas desordenadas o excesivamente largas de esta planta que ahuyenta a las cucarachas conseguirás mantener un aspecto compacto.

Esta poda no puede ser demasiado drástica, bastará con recortar los brotes tiernos que hayan crecido de más, eliminar ramas secas o dañadas y dar forma a la copa o al seto si se cultiva como tal. Las podas más severas o de rejuvenecimiento conviene dejarlas para finales de invierno o principios de primavera, cuando la planta todavía está en reposo.

Fotografías | Freepik, Benjamin A Melville para Pexels,  Natalie Bond para Pexels, Mikita Yo para Pexels, Nishant Vyas para Pexels,

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