Tengo que reconocer que me encantan los potos. Es una planta trepadora que queda bien en cualquier rincón. Ya sea sobre una maceta con patas, o colgando de una pared o de un rincón, esta planta da vida a cualquier estancia gracias a su tono verde y a sus hojas con forma de corazón.
Además de lo que aporta estéticamente, esta planta también me gusta porque es resistente y fácil de cuidar. Aún así, en casa me ha costado encontrarlo un sitio para que crezca despampanante. Y la clave, la he encontrado recordando un poto que tenían mis abuelos, y que todavía vive, pese a que en muchas webs dicen que los potos solo viven entre 5 y 10 año. Y este poto, debe tener al menos 30 años.
El trucazo para que el poto crezca de forma espectacular
Mis abuelos vivían en una casa del centro de Zaragoza, y aunque las partes interiores de la vivienda eran oscuros ya que daban a patios de luces, las habitaciones que daban a la calle eran muy luminosas. Y ese era el truco para que ese poto luciera y luzca esplendoroso era la luz.
Aunque el poto puede vivir en casas oscuras, lo cierto es que necesitan mucha luz si quieres evitar que crezcan de forma más lenta y con las hojas más pequeñas. Eso sí, la luz debe ser siempre indirecta.
Y esa premisa de mucha luz indirecta, se cumplía en la casa de mis abuelos. En el cuarto donde la tenía, había un balcón orientación sur, por el que entraba luz brillante todo el día. Pero aún así, unos visillos tamizaban esa luz, de manera que había mucha luminosidad, pero de forma siempre indirecta.
Otros consejos para cuidar el poto
Junto a la luz, hay que prestar atención a otros cuidados, como proporcionarle un sustrato rico en nutrientes, o el riego. En relación a este punto, no hay que regarlo ni en exceso para evitar que sus raíces se pudran, ni por defecto, ya que puede provocar que las hojas amarilleen y el crecimiento se ralentice.
Dependiendo del grado de humedad ambiental, y de la temperatura, deberás regar tu poto cuando veas que la capa superior del sustrato está seca. Esto suele ser una vez a la semana.
Aún así, y volviendo al poto de mi abuela, lo cierto es que no se le riega demasiado a menudo. Lo que sí que tiene es un platito con agua bajo la maceta para que pueda ir cogiendo la que necesite.
La temperatura también es importante para que el poto se desarrollo de forma correcta. Dado su origen tropical, y pese a que es una planta muy resistente, prefiere ambientes húmedos y temperaturas moderadas de entre 18 y 28ºC. Es importante alejarlo de fuentes de calor como los radiadores, para evitar que se sequen las puntas de sus hojas.
Fotografías | RDNE Stock project para Pexels, Kelsey Brown en Unsplash
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