¿Están creciendo malas hierbas entre las fresas o entre tu planta favorita? ¿Algún hongo está atacando a esa planta que cuidas con tanto mimo? ¿O quizás los caracoles se están comiendo tus macetas sin remedio?
Sí has dicho sí a cualquiera de estas preguntas, y no quieres utilizar productos químicos nocivos para el medio ambiente, hay un remedio natural que a buen seguro tienes en la cocina: bicarbonato sódico.
Bicarbonato sódico, un pesticida natural que todos tenemos en casa
El bicarbonato es uno de esos productos que sirve para un montón de cosas: desde cocinar un bizcocho a resolver problemas de estómago, además de ser un agente abrasivo que ayuda a limpiar los azulejos.
Pero además, este ingrediente casero es un potente pesticida natural. Al mezclar el bicarbonato de sodio con agua se produce dióxido de carbono, lo que ayuda a prevenir la infección de hongos en el jardín o en la terraza. Entre sus utilidades concretas, se puede utilizar para combatir la podredumbre gris, un hongo necrotrófico. En este caso, hay que rociar la mezcla sobre las áreas afectadas varias veces al día.
Con el bicarbonato disuelto también podrás acabar con otro hongo, el mildiú polvoroso, o con los molestos pulgones, otra de las plagas que nos suele traer de cabeza a los amantes de la jardinería.
En este sentido, hay que evitar aplicar la mezcla del bicarbonato en las horas centrales del día, ya que puede llegar a producir quemaduras en las hojas. Lo mejor es aplicarlo por la tarde, o en días nublados.
Para alejar a caracoles, o incluso a hormigas, deberás esparcir por el jardín o la terraza bicarbonato en polvo, sin diluir. El bicarbonato también podría ayudarte a eliminar las malas hierbas, tanto en polvo, como disuelto en agua. Aunque en este caso, hay que hervir antes de rociarlo.
Fotografías | Monfocus
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