La verdad es que detesto el césped artificial en los jardines... No me gusta ni estéticamente, ni por comodidad ni por su escasa sostenibilidad. En los días de altas temperaturas, es imposible andar descalzo sobre él ya que acumula mucho calor. Dependiendo del modelo, suele tener una textura que no es nada agradable para andar descalzo o para tumbarse.
Y además, también hay que echarle agua para limpiarlo de vez en cuando, o para refrescar el ambiente. Por no olvidar que el césped artificial es plástico, y nivel medioambiental no es nada sostenible (aunque es cierto que hay césped artificial que se fabrica con materiales reciclados). Por otro lado, su uso provoca pérdida de biodiversidad, ya que ahuyenta insectos y aves.
La alternativa ecológica al césped artificial
A la hora de diseñar el jardín y evitar el césped natural por el alto consumo de agua, y el césped artificial por la parte estética y sostenible, una de las alternativas que podemos utilizar es una planta rastrera llamada Dichondra repens.
Esta planta tapizante de bajo mantenimiento, muy popular entre jardineros y paisajistas, se caracteriza por tener unas pequeñas hojas redondeadas, y permite cubrir con una densa capa verde parterres, rincones del jardín o incluso en las juntas de zonas enlosadas, siendo moderadamente resistente al pisoteo.
Además. esta planta ideal para plantar en zonas templadas y cálidas, crece al sol y a la sombra. El mayor problema es que en invierno, en zonas muy frías, puede perder el follaje, o que sus hojas pierdan el verde y cobren un color marchito. Aún así, puede soportar hasta -5ºC.
Para su cultivo, esta planta tapizante no necesita suelo fértiles, e incluso en suelos en los que el césped natural no puede prosperar. Lo que sí que es muy importante es que el suelo esté bien drenado, ya que no aguanta el encharcamiento. De hecho, aguanta mejor la sequía que el exceso de agua.
Además, la Dichondra repens tiene dos ventajas más: se propaga rápidamente cubriendo amplias zonas sin tener que estar replantando de forma constante, y es resistente a plagas y enfermedades, por lo que se reduce el uso de productos químicos para combatirlas. Tan solo puede tener problemas con el hongo Alternaria (a causa de un exceso de riego), escarabajos y gusanos cortadores.
Fotografías | Tile Merchant Ireland en Unsplash, Bishnu Sarangi en Pixabay
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