Aunque las temperaturas superan aún los 20ºC en la mayoría de la Península, el otoño está aquí. Las hojas caen, los días son más cortos y nuestro precioso jardín de verano empieza a convertirse en un montón de hojas caídas. Pero el otoño también puede ser una temporada vibrante, llena de color y vida, si eliges las plantas adecuadas. Existen especies resistentes al frío que, además de sobrevivir, florecen con fuerza en los meses más frescos del año.
Te presentamos una selección de cinco plantas ideales para dar vida a tu jardín, balcón o terraza durante el otoño, con consejos de colocación y cuidado para que el frío no apague el encanto de tu espacio exterior.
Crisantemos (Chrysanthemum morifolium)
El crisantemo, originario de Asia, es una de las plantas más valoradas durante el otoño por su floración generosa y prolongada, que puede extenderse hasta bien entrado noviembre. Su gama de colores es sorprendentemente amplia: desde los tonos cálidos del otoño, hasta blancos puros y violetas intensos.
Además de su belleza, los crisantemos son resistentes al frío moderado, y algunos cultivares pueden soportar temperaturas de hasta -5 °C si están bien cuidados y protegidos del viento directo. Son ideales tanto para jardines como para macetas en balcones o terrazas.
Cómo cultivar Crisantemos
- Requieren abundante luz solar para florecer en su máximo esplendor.
- Agradecen un riego regular, manteniendo el sustrato húmedo pero sin encharcamientos.
- Para estimular la floración, retira las flores marchitas y aplica un fertilizante líquido cada 15 días.
Brezo
El brezo es un clásico de los paisajes atlánticos y montañosos. Su aspecto delicado, con hojas finas y pequeñas flores en forma de campanillas, contrasta con su asombrosa resistencia al frío. Algunas variedades pueden florecer incluso con nieve, lo que lo convierte en una opción inmejorable para climas fríos y húmedos.
Hay dos especies principales utilizadas en jardinería:
- Erica carnea: florece desde finales del otoño hasta principios de la primavera.
- Calluna vulgaris: florece en verano, pero mantiene su colorido en otoño-invierno gracias a su follaje.
Ambas aportan color y textura a jardines de estilo naturalista, jardines de brezos, o composiciones en macetas combinadas.
Cómo cultivar Brezo
- Necesita suelos ácidos, bien drenados y ligeros. Evita los suelos calcáreos.
- Riego moderado, idealmente con agua de lluvia o descalcificada.
- Poda ligera después de la floración para mantener la forma compacta y fomentar nuevos brotes.
Pensamientos
Pequeños, adorables y sorprendentemente fuertes, los pensamientos son una de las plantas más utilizadas para jardineras de otoño e invierno. Sus flores presentan una cara amigable y colores brillantes que van desde el azul profundo, pasando por el amarillo y el burdeos, hasta el blanco más puro. También existen variedades bicolores, con pétalos que parecen pintados a mano.
Una de sus grandes virtudes es que florecen incluso con temperaturas cercanas a 0 °C, siempre que estén protegidos del hielo directo. En climas templados, pueden mantenerse en floración durante todo el invierno.
Cómo cultivar pensamientos
- Prefieren un lugar soleado, aunque toleran bien la semisombra.
- El sustrato debe mantenerse húmedo, pero nunca encharcado.
- Es recomendable cortar las flores marchitas para estimular nuevas floraciones.
Col ornamental
La col ornamental es una variedad de col rizada seleccionada por su valor decorativo más que culinario. Sus hojas rizadas, organizadas en forma de roseta, presentan colores muy vivos que van desde el blanco marfil, verde intenso, púrpura y fucsia. Con el descenso de las temperaturas, sus colores se intensifican, y pueden mantenerse vibrantes incluso con heladas.
Estas plantas aportan un toque estructural a jardines y macetas. Son perfectas para combinar con pensamientos o brezos en composiciones otoñales y decoraciones festivas.
Cómo cultivar Col ornamental
- Coloca las coles en lugares soleados para maximizar su colorido.
- No requieren riego abundante; resisten bien períodos cortos de sequía.
- Tolera muy bien el frío, pero conviene protegerlas del exceso de humedad en las raíces.
Ciclamen (Cyclamen persicum)
El ciclamen es una planta de origen mediterráneo que ha sido domesticada en variedades que florecen en los meses fríos. Su floración, que va desde el blanco hasta el rojo intenso pasando por rosas y lilas, tiene un aspecto elegante y poético, ideal para decorar ventanas, balcones techados o entradas resguardadas.
Sus hojas en forma de corazón, a menudo con dibujos plateados, aportan un valor ornamental incluso cuando no está en flor. Aunque es resistente al frío moderado, no tolera las heladas fuertes, por lo que se recomienda protegerla en noches especialmente frías o mantenerla en interior cerca de una ventana luminosa.
Cómo cultivar Ciclamen
- Requiere luz indirecta y temperaturas frescas (entre 10 y 18 °C).
- Se debe regar por la base, evitando mojar las hojas y el bulbo.
- Elimina las flores marchitas con cuidado para alargar el período de floración.
Fotografías | Unsplash | Verdecora
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