Los geranios son una de las planta con flor más habituales en terrazas, patios y balcones de nuestro país. Son resistentes, alegres y muy fáciles de cuidar. Y entre estos cuidados, la poda se vuelve imprescindible si queremos que nuestras plantas estén fuertes, saludables, y que nos regalen floraciones espectaculares.
En este sentido, es bueno podar anualmente a los geranios. En caso de no hacerlo, desarrollarán tallos largos, delgados y débiles, además de tener una pobre floración. Con la poda fortaleceremos la planta, haremos que crezca más hermosa, y también eliminares partes dañadas o enfermas que serán presa fácil de las plagas que atacan a los geranios.
La mejor época para podar el geranio
A la hora de podar el geranio, todo dependerá de la climatología de la zona en la que vivamos. Lo más habitual es hacerlo en otoño, una vez que la floración de esta planta ha finalizado. Pero en los lugares en los que el invierno sea duro y las heladas sean fuertes ya abundantes, lo mejor es esperar a comienzos de la primavera, siempre antes de que se inicie la floración.
Si vives en una zona templada o cálida y sin heladas, y quieres estimular el crecimiento de la planta, también puedes podarla dos veces al año, en primavera, y luego en otoño. Con estas podas, los geranios tendrán una forma más compacta y tendrán muchas más flores.
Cómo podar el geranio
La poda del geranio tiene como objeto reducir el volumen excesivo de la planta, y las ramas que sobresalgan demasiado del conjunto. Antes de comenzar, deberás pensar qué forma quieres darle a la planta ¿Quieres un geranio con forma redondeada, que cuelgue de la barandilla...? Y por supuesto, como recomendamos siempre a la hora de podar una planta, esteriliza la tijera para evitar que las heridas del corte se infecten y tu planta enferme.
Comienza retirando las flores marchitas y eliminando las ramas enfermas. A la hora de cortar, haz cortes oblicuos y limpios. Una vez hecha esta tarea, deberás recortar los tallos que hayan crecido demasiado, aunque la poda nunca debe ser excesiva, como mucho, puedes reducirlo a la mitad de su tamaño.
Elimina los tallos más largos y finos, sobre todo si no tienen demasiadas hojas. También es importante dejar sin podar los tallos centrales de la planta, podando los laterales (estos puedes podarlos casi desde su base, a unos 5 mm del nudo más bajo aproximadamente).
Cuando acabes con la poda, la planta deberá tener un aspecto compacto. Y recuerda que cuando acabes con la poda, de algunos de los tallos recién cortados podrás sacar esquejes con los que tener nuevas plantas.
Si sigues estos consejos para podar tus geranios, verás cómo explotan en flores cuando llegue la nueva temporada.
Fotografías | Marjon Besteman en Pixabay, Miguel Ángel Escalera en Unsplash
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