Cómo cultivar la salvia, la planta aromática resistente al sol y a la sequía, y que es ideal para llenar de color y olor tu terraza o jardín

Cómo cultivar la salvia, la planta aromática resistente al sol y a la sequía, y que es ideal para llenar de color y olor tu terraza o jardín

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salvia

La salvia es una planta mediterránea que nos encanta por tres motivos: por su colorido, por su aroma, y por los pocos cuidados que exige. Esta planta perenne tiene hojas aterciopeladas en color verde, y unas espectaculares flores que crecen en espigas, en un color azul o violeta, blanco, o incluso en tonos rojizos.

La Salvia officinalis florece entre junio y julio, peor hay otras especies de esta planta que dependiendo del clima florecen durante otras épocas del año. Y puedes cultivarla tanto en el suelo del jardín como en una maceta, en la terraza, o en el interior de la casa.

Cómo cuidar la salvia

Esta planta aromática mediterránea es ideal para cultivar en nuestro país y soportar los duros veranos, ya que soporta a la perfección tanto la exposición solar intensa como la sequía. De hecho, te agradecerá enormemente si la plantas en un lugar donde reciba la luz del sol durante todo el día.

Por si fuera poco, y esto es importante para un país de extremos como España, la salvia aguanta también el frío invernal, soportando incluso alguna helada ocasional.

Respecto al riego, esta planta aromática es una especie xerófita, por lo que apenas necesita agua y resiste a la perfección periodos de sequía como el que estamos viviendo. A la hora de regarlo, deberás hacerlo cuando veas que el suelo está seco, intentando evitar que el sustrato se encharque para que tu planta no coja enfermedades.

Cómo cultivar salvia

En el caso de que la salvia esté plantada en maceta, hay que hacer lo mismo que hemos visto en otras especies: hay que regarla más habitualmente que si está en el suelo.

Ya que hablamos de suelos, el sustrato debe ser rico en nutrientes. Y si puede tener un suelo ligeramente alcalino, mejor que mejor. Recuerda que también debe estar bien drenado. 

Para acabar, para potenciar la floración de la planta, deberás abonar una vez al año, concretamente, en primavera. En esta estación hay que realizar también una poda para favorecer su crecimiento. Recorta los tallos que han florecido evitando así que la planta siga siendo arbustiva, y no se vuelva leñosa.

Fotografías | Tszleong Law en Unsplash, Sean Foster en Unsplash

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