Las gazanias son plantas bonitas y que destacan por su excepcional resiliencia a todos los niveles. Soportan altas temperaturas, suelos pobres e incluso temperaturas bajo cero. Además, resistente excepcionalmente la sequía, por lo que es una planta perfecta para cultivar si en tu zona hay problemas de abastecimiento, o si estás preocupado por tener un jardín más sostenible.
Es una planta perenne, aunque muchas veces se cultiva como anual, que tiende a no sobrepasar los 20 cm de altura. Sus flores recuerdan a la margarita, y cuenta con una floración colorida y extensa, ya que se prolonga durante seis meses desde la primavera hasta el otoño. Las flores se presentan en una amplia gama de colores, desde el naranja al rosa pasando por el amarillo o el marró rojizo.
La base de los pétalos suele tener tonos que contrastan con el resto de la flor, mientras que el follaje es fino e irregular, en color verde brillante o gris verdoso, aunque a veces está jaspeado de blanco. Además, esta planta tiene una curiosa característica: sus flores se cierran en los días nublados, y por las noches.
Cómo cuidar las gazanias
Las gazanias son plantas amantes del sol, por lo que si tienes una terraza o un balcón orientado al sur, o un parterre en medio del césped sin sombra, esta especie es para ti. De hecho, debes saber que si las plantas en zona de sombra, sus flores no se abrirán. Y las pocas que salgan, quedarán como caídas.
Además de sol, las gazanias necesitan suelos bien drenados ya que no soportan los encharcamientos. Incluso en suelos pobres, arenosos o rocosos, esta planta crece sin problema.
En regiones con un clima templado, las gazanias son plantas perennes que son capaces de resistir heladas puntuales. En caso de que vivas en una zona de inviernos crudos, deberías protegerla si no quieres que muera.
Aún así, puedes cosechar semillas o hacer esquejes en verano para multiplicarlos por si viene un invierno de fuertes heladas que acaban con la planta. En este sentido, hay que advertir que las gazanias se multiplican de forma rápida y sencilla.
A la hora de regarla, deberás hacerlo solo cuando notes que la tierra se ha secado a cierta profundidad, no en la superficie como la mayor parte de las plantas. En lo que respecta al abono, deberás abonarla cada dos semanas durante los meses de calor con el fin de potenciar su floración.
Fotografías | Dey Kheireddine para Pexels, Digital Buggu para Pexels
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