La mayor parte de nosotros vivimos en la ciudad, en ese ambiente urbano donde es complicado tener contacto con el medio natural y rural. Es por eso, que muchas personas sienten la necesidad de volver a disfrutar de cosas sencillas como el poder comer alimentos sanos y producidos por ellos mismos.
Cada día más gente se apunta a tener un huerto urbano en su casa, y así, más que una moda pasajera, se ha convertido en una actividad que “engancha” y un espacio donde sentirse a gusto, aprender cada día cosas nuevas y relajarse.
Tener un huerto urbano te proporcionará momentos gratificantes, pues ver como tus vegetales se desarrollan y después poder disfrutarlos en la comida, no tiene comparación. Además el huerto urbano te acerca a llevar una alimentación más saludable, valorando las frutas y verduras, pues una vez que pruebes un tomate madurado al sol y cosechado por ti mismo, te darás cuenta del tesoro que posees en tu balcón.
El huerto urbano es decorativo por lo que le darás nueva vida a ese rincón olvidado que tenías por terraza o balcón al llenarlo de jardineras con plantas y frutas, estas conseguirán transformar ese espacio frío en un lugar donde te apetecerá estar. Además las mesas de cultivo, huertos verticales y otros tipos de macetas, tienen cada día diseños más bonitos y funcionales.
Ahora que ha llegado el momento de poner un huerto urbano te preguntarás cómo y por dónde empezar. Hoy desde Leroy Merlin te contamos lo que necesitas para conseguirlo.
¿Dónde instalo mi huerto urbano?
No se necesita una gran extensión de terreno o una terraza impresionante para poder disfrutar de un huerto urbano. Simplemente con cuatro metros cuadrados ya tendrás suficiente sitio para montar un huerto que te proporcione verdura para disfrutar una familia de cuatro miembros.
Eso sí, debe de ser un espacio con luz abundante, en donde por lo menos se reciban entre cuatro y cinco horas de sol al día y preferiblemente orientado hacia el sur o el suroeste.
Sin embargo, si este no es el caso de tu terraza, no te preocupes, puedes adaptarla a plantaciones que prefieren semisombra como la lechuga, espinaca, acelga, escarola, berro y muchas aromáticas. Incluso la fresa y el fresón serán perfectas, pues solo necesitan dos o tres horas de sol al día para desarrollarse.
A la hora de montar tu huerto deberás disponer de una toma de agua cercana. Los cultivos en maceta o jardineras necesitan un riego constante, por lo que tendrás que tener una manguera conectada para eso o mejor aún, un sistema de riego por goteo que permita mantener la humedad de tus plantaciones con más frecuencia y en menor cantidad.
Otro de los puntos más importantes a la hora de montarte tu huerto urbano es el de tener un sustrato o suelo de calidad. Conseguir un suelo fértil es sencillo aportándole materia orgánica.
Si no dispones directamente de suelo y el huerto urbano lo vas a crear en un balcón o terraza, tendrás que hacerte con recipientes, macetas o jardineras, utilizando para rellenarlas sustratos orgánicos ligeros que aporten nutrientes y los retengan, actuando como soporte para tus plantas.
¿Por dónde empiezo mi huerto urbano?
Una vez decidido dónde instalarás tu huerto urbano, te estarás preguntando por dónde empezar. Hay dos maneras de comenzar tus cultivos, cada una con sus ventajas e inconvenientes.
La primera es a partir semillas, recomendada si ya tienes alguna base en conceptos básicos de jardinería. Entre sus ventajas está el poder seguir y controlar el ciclo completo de la planta, además de obtener más variedad, puesto que existe un gran abanico de posibilidades en lo que a semillas se refiere, resultando además más económicas que el comprar la plántula de tamaño pequeño. Como inconvenientes estaría que hay más probabilidad de plagas y lo que comentábamos antes, una ligera dificultad a la hora de obtener plantones.
La segunda opción sería conseguir tus plantaciones a partir de plantones. Con ellos tendrás menos dificultad a la hora de obtener plantas adultas, las obtendrás en menos período de tiempo y de forma más resistente.
Aunque sin embargo no tendrás la oportunidad de seguir el ciclo completo de ellas y tendrás menos opciones a la hora de variar tus plantaciones, pues no todas las variedades se consiguen en plantones, pero son perfectas si todavía no te sientes seguro como “agricultor urbano”.
Para hacer un semillero puedes utilizar recipientes reciclados tipo vasos de yogur o bien comprar envases germinadores de plástico o porexpan, que resultan muy prácticos. No emplees envases reciclados de cristal o plástico rígido pues resultará imposible retirar de ellos la pequeña plántula, cuando la semilla germine, sin romper las raíces, y este es un punto clave para tener éxito en tu plantación.
También existen envases para germinar semillas de turba que no necesitan que la planta sea retirada para su trasplante, pues se desintegran una vez enterrados en la tierra.
Llena tus envases germinadores con sustrato rico en nutrientes y utiliza cada año semillas nuevas recolectadas del año anterior, pues así las posibilidades de germinación serán mucho más grandes que si usas semilla vieja o mal conservada.
Dispón tu semillero en un lugar en donde haya una temperatura de entre 18 a 25 grados centígrados, para eso puedes dejarlas en una zona cubierta cerca de un radiador, con protección o bien en un pequeño invernadero con termostato.
Echa en cada alveolo dos o tres semillas y si utilizas vasitos de yogur o de tamaño similar, puedes colocar hasta ocho o diez por envase. Riega superficialmente, mejor pulverizando y en el momento que germinen verás dos hojas que pertenecen a los cotiledones, para posteriormente salir unas hojitas definitivas, aquí es cuando ya necesitas pasarlas a un lugar con luz suficiente para evitar que ahílen.
Cuando la planta ya tenga suficiente raíz que asegure su alimentación es cuando se realizará el trasplante a la maceta o jardinera definitiva. Antes de trasplantarla riega ligeramente la plantita y déjala durante media hora antes de intentar quitarla del alveolo o envase.
Una vez ya en la jardinera o marco definitivo, coloca la planta apretando el sustrato a su alrededor, riégala y déjala en un lugar sin sol directo durante dos días. Intenta realizar esto a primera o a última hora de la tarde, nunca con sol directo.
Y ahora que está acabando el verano, ¿puedo empezar mi huerto urbano?
Claro que sí, en cada estación existe alguna variedad que se siembra o crece, por lo que tendrás que adaptarte a los cultivos en esta época del año.
En septiembre, los días comienzan a ser más cortos y ya bajan algo las temperaturas. Es un mes perfecto para sembrar guisantes, habas, canónigos, rábanos, rúcula, acelga, zanahorias o espinacas.
También es momento para trasplantar lechugas de invierno, acelgas, cebolla, escarola, col, coliflor o remolacha.
En octubre, los días son más lluviosos y de temperaturas aún suaves. Es el momento de eliminar, si ya tenías huerto de primavera y verano, las plantas que tengas en él. Puedes sembrar todavía las mismas variedades que en septiembre, y si no es zona de heladas también lechuga, remolacha, escarola. Además de trasplantar lechuga, col, puerros, calçot, acelgas y escarola.
Noviembre ya es un mes que destaca por sus temperaturas frías y heladas, por lo que en tu huerto urbano podrás plantar variedades resistentes como las cebollas y las habas. Cosecharás lo plantado a principios del otoño, las lechugas, los rábanos, los canónigos, la zanahoria, los nabos y los guisantes.
Como puedes comprobar el huerto urbano prácticamente no se detiene en ningún mes del año, por lo que te tendrá entretenido todas las estaciones, pues solo es cuestión de conocer qué variedades se adaptan a cada temporada y escoger entre ellas las que más te gusten según la zona donde vivas.
¿Cómo conseguir un huerto urbano práctico, pero bonito?
Darle una nueva vida a tu jardín, balcón o terraza con un huerto urbano es ahora muy sencillo y existen muchos complementos que lo harán a parte de práctico, bonito.
Desde mesas de cultivo o cajones de madera tratada o resina, resistentes a las inclemencias del tiempo si tu huerto está en terraza, hasta marcos para huertos cuadrados, rectangulares o escalonados de madera, para colocar directamente en la tierra.
Hazte con una práctica mesa de trabajo para dejar las herramientas y las cosechas, coloca algún que otro capazo que te valdrá para recoger desde las hojas y ramitas secas hasta las hortalizas cuando las recolectes.
Adapta entre la gran variedad de macetas y jardineras que existen la que mejor encaje con la decoración de tu terraza, y dispón un rincón con algo de mobiliario de jardín para disfrutar tomando una infusión de las plantas aromáticas de tu propia cosecha.
Si tu espacio es pequeño decántate por jardines verticales que se cuelgan en la pared, ideales para plantas aromáticas o de pequeño tamaño, y con los que aprovecharás el espacio al máximo además de vestir tus paredes con elementos naturales.
Y lo más importante, deja volar tu imaginación para crear tu propio y original huerto urbano, emplea elementos de reciclaje para darle tu toque único y personal.
Por ejemplo, utiliza palets de madera o canalones de recoger la lluvia para hacer elementos verticales en donde colgar o situar macetas, cajas de vino o ruedas viejas pintadas de vivos colores como jardineras, vigilando eso sí, que haya buen drenaje. Mesas antiguas como muebles de cultivo, grandes botellas de refresco a modo de improvisadas macetas para colgar, hasta miniinvernaderos para germinar tus semillas con portatrajes de plástico con cremallera o con garrafas de agua.
Y si necesitas más inspiración siempre puedes recurrir a la comunidad de Leroy Merlin o a su web, en donde encontrarás grandes ideas y todos los productos para que crear un huerto urbano sea muy sencillo.
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