Si vas a instalar suelos de madera en tu casa, tienes fundamentalmente dos posibilidades a la hora de la instalación (hay más como por rastreles, pero estas son las más comunes) hacerlo de la forma clásica o flotante. ¿Cuál es la diferencia?
- El sistema clásico consiste en la instalación de tablillas de madera macisa de pequeño tamaño que pesa al suelo mediante una cola especial, es una colocación más costosa, e impide que puedas pisar el parqué hasta que pasa el tiempo de secado, que generalmente requiere lijado y barnizado.
- la instalación flotante es más rápida y más limpia, por eso ha ganado terrerno, además sirve también para laminados sintéticos, ya que se basa en lamas machihembradas cuyas láminas enlazan entre sí ya sea con cola o a presión. Además este tipo tiene una gran ventaja y es que si un trozo de suelo se estropea podemos levantarlo sin levantar el resto de la tarima, así que es perfecto para habitaciones donde el suelo se estropee con frecuencia
Así que ya sabes, la realidad es que la forma flotante tiene muchas más ventajas y sólo en casos particulares como casas muy antiguas y suelos que no vayan a tener mucho trote vale la pena plantearse la forma clásica.
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