Hazlo tú mismo: pinta el suelo de encaje

Cubrir los suelos de un delicado encaje es una locura, ya que la fragilidad del tejido no resistiría los envites de la vida diaria, pero… ¿por qué no pintarlo? Esta es una idea que nos puede dar mucho juego, ya que permite rejuvenecer un suelo desgastado o disfrazar un parqué que ha dejado de gustarnos o quizá nunca lo hizo.

Aunque a primera vista parece demasiado complejo, en resumidas cuantas solo habría que conseguir unas buenas plantillas y aplicar una pintura adecuada como si fuera un estarcido gigante, o dibujar directamente el esquema en el suelo y poner a trabajar los pinceles. En el mercado existen pinturas especiales para suelos que aguantan sin problemas el trote diario.

A partir de esta idea podemos pintar sobre nuestros suelos alfombras, grecas que delimiten espacios, caminos y todo lo que nuestra imaginación nos sugiera.