Dependiendo del espacio, un punto setentero, de bling o glitter puede resultar muy divertido en decoración. Hace ya algún tiempo que venimos viendo una tendencia revival de los setenta. Mosaicos dorados, luces de colores, sillas de plástico de diseñadores famosos de los setenta o el famoso glitter causan estragos entre algunos interioristas. La verdad es que si no es excesivo, personaliza la decoración de la casa.
Ya vimos hace tiempo en nuestra visita al Hotel Urban, que a Magenta y a mi, las escaleras nos hacían sentir como la "Dancing Queen" de la famosa canción, ahora vemos papel pintado efecto glitter y nos dan ganas de bajar por la escalera con plataformas metalizadas al ritmo de ABBA. Pero no son los únicos ejemplos de que los brillos y los diseños setenteros han vuelto con fuerza a la decoración.
Los vemos a diario en desembalajes, almonedas y e incluso en anticuarios. Sillas huevo, papel pintado, tejidos de latex y brillos nos transportan a un vídeo de los suecos más famosos de la historia, con permiso de Ikea y H&M.
Si echamos la vista atrás en Decor Acción, las mesas de madera con forma ovalada, tendencia naturalista o mucho metal de patas finas o las lámpara estilo futurista y las sillas de plástico, por no hablar de los clásicos taburetes circulares de colores Tam Tam, que Henry Massonet creó para Stamp y estaban en todas las casas, abarrotaban los stands de la feria.
Es una tendencia retro de nuestro pasado más cercano, nos hace sentir como en casa, porque era en casa donde estaban todos esos muebles y objetos. Pero atención, tampoco hay que pasarse con la tendencia nostálgica, con un detalle o dos está bien, que os veo buscando el seat 127 donde nuestras madres metían más de cuatro niños (¡que locas!) y el cabás de Disney.
¿Os gusta darle a vuestras decoraciones un punto extravagante, setentero de reina del baile, como viviendo en un video de ABBA?
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