En Decoesfera hemos hablado largo y tendido de diferentes e ingeniosos soportes para colgar la bicicleta en casa, un elemento que suele darnos algún que otro dolor de cabeza a la hora de ubicarlo.
Pues bien, hoy nos gustaría ir un paso más allá y mostraros cuatro ejemplos de interiores en los que la bicicleta es la protagonista, porque siempre se ha dicho que si no puedes con tu enemigo, únete a él.
Si disponemos de bicicleta y no tenemos espacio suficiente como para tenerla quitada de en medio, puede ser una gran idea integrarla de alguna forma en alguna estancia de casa, de manera que no estorbe y que además nos pueda aportar algo decorativamente, como es en los siguientes casos.
En este primer ejemplo se ha aprovechado la entrada de la vivienda para colocar un bonito soporte para bicicleta, así como un banco bajo ésta, perfecto para descalzarse al llegar a casa o viceversa. No sabemos si el color de las paredes es ese debido al color de la bicicleta o al revés, pero el caso es que comparten color, y eso hace que tenga suficiente protagonismo, pero a la vez logra pasar bastante desapercibida.
Este caso es algo más inquietante, ya que consiste en dejar suspendidas las bicicletas en la parte más alta de la estancia, con ayuda de un sistema de poleas. Es un efecto sorprendente pero eso si, es absolutamente necesario disponer de unos techos increíblemente altos, porque imaginad una bici colgada del techo en mitad del salón en una vivienda con tres metros de altura.
Hemos compartido en Decoesfera en infinidad de ocasiones ideas para aprovechar el hueco que queda bajo las escaleras, con ingeniosas ideas que permitían sacar el máximo partido a este espacio. Pues bien, ya podéis añadir también la idea de colgar las bicicletas bajo las escaleras para aprovechar el hueco.
Sin duda se trata de una idea muy interesante en el caso de disponer de espacio suficiente bajo las escaleras --en nuestro caso no sería posible, ya que el hueco forma parte de la zona de paso--. Como se aprecia en la fotografía, colgando una bicicleta en la zona más baja de la escalera conseguimos aprovechar al máximo el hueco, y además se logra un efecto de lo más llamativo.
En este último ejemplo la idea es conseguir convertir la bicicleta en un elemento decorativo más de la estancia, como si se tratase de un gran cuadro. En este caso se ha llevado a cabo pintando tan solo la pared sobre la que esta colgada la bicicleta, pero se nos ocurre que también podría ser interesante pintar solo la propia silueta de la bici, quizás de forma irregular y colorida, para que no parezca tampoco la escena de un crimen.
Imágenes vía | Paperblog, Woohome, La silla turquesa
En Decoesfera | Bicicletas
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