La cima del Bozner, una de las montañas más conocidas de Bolzano (Italia), es el sitio en el que se ubica el hotel Gloriette, un espectacular hotel de veinticinco habitaciones que mezcla de forma coherente innovación y respeto con la tradición.
Los edificios en este paisaje alpino de finales del s.XIX son representativos del estilo Art Nouveau típico de la ciudades del tirol, (Bolzano se conoce como el tirol del Sur). A este periodo pertenecen las grandes casas de veraneo de la burguesía de las ciudades cercanas, quienes accedían a estos estos pueblos de montaña gracias a la línea ferroviaria del Ritten.
Los arquitectos del nuevo edificio del estudio Noa* network of architecture han diseñado un tejado a cuatro aguas de color pizarra y han llevado la geometría típica de este periodo a otro nivel. Han elegido el arco -motivo que se repite dentro y fuera del hotel- y el rombo, -elegido por ser la señal que marcaba la ruta del tren- como guías y referencias en el diseño.
Un vistazo a la fachada ya deja intuir que dentro de una aparente tradición se esconden ciertas peculiaridades que dan ganas de descubrir
Porque incluso en la fachada más tradicional del hotel destacan los volúmenes que sobresalen sobre la fechada que anuncian el diseño contemporáneo del edificio. En la otra fachada que da a un jardín privado, el motivo del arco se ha llevado al extremo. En ella las grandes ventanas tienen forma de arco creando un original efecto y sobre las que destacan el elemento más espectacular del hotel.
La espectacular piscina al aire libre se sitúa en un voladizo en la planta superior, como si se tratara de un balcón sobre la cima.
Esta piscina tiene poco menos de seis metros de profundidad y destaca por su redondez, la transparencia y el delicado reflejo de los arcos que crean una especie de escultura, que es como se percibe desde el interior. Una escultura creada por la cubierta de bronce en su parte interior, que se va abriendo hacia una red hecha de barras de acero hasta que finalmente se abre y se puede nadar al aire libre. La estructura de las barras consigue este aspecto escultural repitiendo de nuevo, los motivos geométricos del hotel, el arco y el rombo.
Estos motivos se repiten de forma constante en el interior, especialmente el arco, que además de en las ventanas se usa en las habitaciones de manera recurrente en espejos, en chimeneas o como cabeceros. Estas habitaciones cuentan con un mobiliario seleccionado del mercado de pulgas o del antiguo hotel sobre el que se ha levantado éste.
Para la zona pública, se eligió un suelo de resina sin juntas como elemento unificador de todas las zonas, incluidas las habitaciones o el spa. Puntualmente el suelo cambia de pavimento y se generan "islas" con revestimiento de madera que definen las diferentes salas en la zona públca y las zonas de agua en el spa y las habitaciones.
El estilo cálido y contemporáneo con la madera y los colores grises se repite en todas las zonas, spa, restaurante y salones incluidos, en los que repiten con más elementos escultóricos como las grandes chimeneas.
Información vía Noa* network of architecture as architects & designers e imágees de Alex Filz