Prés d´Uzés es una bonita población entre La Provenza y Languedoc. A una hora de las playas mediterráneas y en mitad de una de las comarcas más bonitas y famosas de Francia, conserva los vestigios medievales y el aroma a lavanda que tan famosa le ha hecho en el mundo. Uzés, con su espectacular arquitectura de estilo italiano, destaca por su popular y populoso mercado. En gran parte peatonal, es agradable pasear por sus calles y plazas empedradas.
Le Mas des Oules es una finca familiar en el Gard provenzal. Históricamente fue la finca y la bodega del castillo de Saint-Victor des Oules y desde entonces ha sido cuidadosamente convertida en ocho casas y apartamentos de uno a tres dormitorios. Ubicado en un maravilloso terreno de ocho hectáreas, ofrece vistas espectaculares a la llanura de l'Alzon a las colinas de Cévennes. Hay un montón de espacio para relajarse y descansar, y la gran piscina ofrece una vía de escape de las altas temperaturas que registra la zona durante verano.
De todos los alojamientos que tiene la finca, el que más me ha gustado se llama Belle de Nuit. Se trata de una casa de 90m2 que se distribuyen en dos plantas con vistas al patio del "Mas des Oules"'. Cuenta con dos dormitorios individuales y una habitación doble y es perfecta para una familia grande o grupo de amigos. Hay una zona de estar de planta abierta con una cocina integrada totalmente equipada.
Se ha buscado un interiorismo que no chirríe con el entorno, pero se ha huido del clásico shabby chic, que suelen llevar aparejado este tipo de hoteles rurales franceses. Una fusión entre la decoración industrial y la comodidad hogareña, con muros encalados que dan frescura al ambiente y textiles de colores neutros, quizá un poco oscuros en el salón pero que combinan a la perfección con el mobiliario de estilo industrial, que en tantas decoraciones hemos visto en los últimos años.
Las sillas metálicas, la mesa de patas metálicas y sobre de madera, los preciosos baldosines originales del suelo del cuarto de baño... incluso la sencilla cocina integrada en el espacio salón comedor abierto tiene un toque industrial. Todo esto desaparece al llegar a los dormitorios, donde los textiles blancos y los boutís estampados nos recuerdan, sin necesidad de asomarnos al jardín, que estamos en La Provenza.
En resumen, un agradable hospedaje en una zona preciosa, perfecta para pasar unas vacaciones provenzales, relajadas y campestres. ¿Que os parece esta decoración industrial? ¿Os "pega" en La Provenza?
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