Si el otro día os contaba cómo cambiaba un recibidor pintado a rayas, también quiero advertiros acerca de los peligros de este diseño, que en dosis pequeñas resulta atractivo pero que recarga demasiado. El dueño del recibidor que tenéis sobre estas líneas debió pensar que tenía que usarlas hasta la extenuación, porque las tiene en el suelo, en las paredes e incluso en el techo.
Al contrario de lo que os indiqué en el último post sobre el tema, decidió ir a por dos colores que contrastaran mucho como son el negro y el blanco y encima colocó muebles recubiertos de espejos (o plateados bastante pulidos) para reforzar el diseño. ¿Qué queréis que os diga? Que me parece un tremendo error este recibidor ya que tantas rayas marean.
Yo habría apostado por hacer sólo una de las paredes de rayas o si las hubiera puesto en todas al menos habría dejado lisos el suelo y el techo, pero se ve que el dueño de esta casa quería ir a por todas. ¿A vosotros os gusta?
Vía | High fashion home
En Decoesfera | Antes y después: un recibidor a rayas
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