El nuevo hospital infantil de Helsinki, Finlandia, se adentra en la filosofía de Tove Jansson. Esta artista de origen finlandés y perteneciente a una familia virtuosa, de padre escultor y madre diseñadora gráfica e ilustradora, pasando por sus hermanos, uno fotógrafo y el otro escritor e historietista, fue una prolongación de esta saga. Tove Jansson se crió entre lecturas de Platón, lo cual hizo mella en ella desde pequeña y los personajes de sus dibujos así lo demuestran. Hoy en día sus narraciones e ilustraciones soñadoras atraviesan la barrera del diseño de interiores y es la firma Moomin la que adquiere algunas de estas creaciones para convertir un hospital infantil en un mundo positivo y muy acorde con una mentalidad idealista e ingenua.
Las instalaciones obsoletas de los hospitales infantiles se quedan atrás y se desarrollan interiores en los que fluye la alegría y la diversidad en los espacios. Tove Jansson ha sido la inspiración para la decoración de este centro. Los motivos ilustrados que se han escogido son: el archipiélago y la naturaleza, en torno a estos espacios tan duros. El diseño se centra en una arquitectura sostenible y teniendo en cuenta las necesidades de los niños y de sus familias.
El diseñador principal, Antti-Matti Siikala, junto con SARC Arquitectos y otros arquitectos del grupo son los responsables del diseño del nuevo hospital infantil. El director general de SARC Architects, Sarlotta Narjus, desarrolló estas historias de la naturaleza con los gráficos Moomin como apoyo a este proyecto. El objetivo para estos diseñadores es crear una obra atemporal junto con la filosofía de Tove Jansson y transmitirlo en un ambiente de curación y realizando un trabajabo que verdaderamente importa mucho.
En el garaje del hospital se recrea un mundo submarino que continúa con playas y selva, mientras en los pisos superiores y conforme se va ascendiendo hay agua, bosques, valles, montañas, espacio y hasta estrellas.
El deseo de una estancia de vida cotidiana es el punto de partida más importante, y de ahí se desarrolla toda la planificación del proyecto contando con los requisitos técnicos que necesita un hospital. La arquitecta Anita Kiiveri ha pensado en todos los factores desde el punto de vista de las necesidades operativas del hospital. Algunas puertas están cubiertas por cintas opacas mientras otras son totalmente transparentes y llevan ilustraciones positivas en ellas. Como experta de Moomin, esta arquitecta fue la elegida para decorar con la filosofía y las historias tan significativas de la artista finlandesa. Por ello para que el hospital tenga una historia más profunda se han elegido estos temas que acompañarán a los niños en su trayecto por este edificio, con espacios maravillosos.
El Parque del Silencio, de Hemulen ha sido la inspiración para las unidades de cuidados intensivos. La sala se basa en un valle y está diseñada con manzanas, peras, flores y conchas, repitiéndolas tanto en las puertas de cristal como en las paredes de las habitaciones, en formato gráfico de gran tamaño, ya que los usuarios consideran que funciona mejor el formato de estas dimensiones.
Cualquier persona familiarizada con estas historias entenderá el por qué Moomin ha querido llevar a cabo esta experiencia tan especial y comprenderá la historia y las ilustraciones abstractas que en cada planta de este hospital cobran vida. Muchas de ellas se refieren al dolor, la asistencia, el perdón y la amistad y eso es lo que quiere expresar Moomin con una decoración llena de un final feliz y conservando las raices artísticas de sus país.
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