Después de ver los conceptos principales del Feng Shui, hoy os voy a dar unos consejos básicos para que vuestra casa siga esta práctica sin que tengáis que redecorarla. Veamos algunos de los mandamientos básicos:
La entrada a una casa no debe estar bloqueada por nada, debe ser lo más amplia y lo más despejada posible. Se consideran obstáculos a las macetas, ornamentos y columnas.
La puerta de entrada es fundamental: desde la cama debe poder verse la puerta de la habitación, por lo que deberá ser colocada de frente a ésta y la misma regla es aplicable a las oficinas o zonas de trabajo, donde no es deseable que no se vea la puerta desde vuestro puesto.
La zona de poder de las oficinas es la parte del fondo, y ahí deben situarse los despachos de los jefes. Es fundamental que sean de fácil acceso y que fomenten la unidad.
El agua es un tabú para el Feng Shui. Procurad mantener la puerta del baño cerrada y las tapas de los inodoros bajadas para que no se escapen las oportunidades.
El Feng Shui desaconseja totalmente trabajar o dormir bajo vigas o estantes.
No guardes las plantas secas o en mal estado, tíralas por el bien del chi.
Si puedes, evita las puntas y las esquinas ya que apuntan de forma agresiva a nivel inconsciente. Siempre se eligen los objetos redondeados y con formas circulares.
Los cinco elementos (Agua, Fuego, Madera, Tierra y Metal) han de estar presentes en la decoración del hogar o la oficina. No pongáis esa cara, me extenderé para que lo comprendáis con facilidad.
Importantísimo iluminar los corredores y vestíbulos, ya sea con luz natural y artificial.
No sirve de nada utilizar uno de los principios del Feng Shui de forma aislada a no ser que planifiques toda la decoración de acuerdo con sus ideas.
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