Parece de película de terror, de empresas en las que tratan a los empleados como esclavos con oficinas tan pequeñas como armarios, pero nada más lejos de la realidad. Hemos buscado siete ejemplos de pequeños despachos que podéis instalar en casa en cualquier rinconcito y que no ocupan más que un armario.
Perfectos para que no nos falte de nada en las minúsculas casitas en las que vivimos hoy en día, en las que el lujo es el espacio y donde hay que aprovechar desde los sitios de paso hasta los armarios. Si quieres un despacho en casa, puedes. Querer es poder.
Un simple armario empotrado puede solucionarte el problema. No necesitas más que una balda un poco ancha como mesa, con el fondo suficiente para una pantalla y un teclado. Las baldas o cajones inferiores deben desaparecer para que puedas meter las piernas y las baldas superiores son perfectas para libros, archivos, papeles, facturas y demás material que guardamos en casa
Cuando termines de trabajar, simplemente cierra la puerta del armario y aquí no ha pasado nada. La silla puede ser que no quepa dentro del armario y la tengas que dejar en un rincón junto a la puerta o si es un taburete alto de estilo dibujante podrás meterlo bajo la mesa.
Puede ser que seas más de máquina de coser que de ordenador o no te importa que se vea tu despacho y quitar las puertas del armario empotrado para poner unas cortinas como las que vemos en las imágenes o simplemente unas molduras que den paso al hueco de tu despacho, pintado de diferente color para jugar con el efecto óptico.
No te imaginas lo que pueden variar al ojo las dimensiones de un hueco, cuando lo pintas de un color diferente y oscuro.
Como verás, estas siete imágenes nos demuestran que con un poco de maña podemos tener nuestro pequeño rincón de trabajo en casa, en un armario ¿Os animáis a enviarnos vuestros rincones de trabajo en casa?
Imágenes | Domino, Decocrush, My little home
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