Una tendencia en las oficinas actuales es la de los espacios abiertos en los que fluya fácilmente la comunicación de los trabajadores, pero muchas veces esto supone una pérdida de privacidad importante y para algunos puede ser un obstáculo para la concentración. Por eso me ha gustado la propuesta de Michaël Menuet para esta oficina en Marsella, con espacios comunicados pero independientes.
La idea es que todos los trabajadores compartan un espacio común pero que al mismo tiempo mantengan algo de intimidad. Cada espacio de trabajo individualizado tiene su superficie amplia para trabajar y su zona de almacenaje, se mantiene así en parte la intimidad pero sin restar comunicación con el resto de compañeros.
Lo de trabajar en una mesa corrida varias personas está muy bien en algunos momentos pero no siempre. Aún cuando el trabajo sea en equipo hay tareas individuales y momentos que requieren de una alta concentración personal, es para esos momentos para los que es importante que cada uno cuente con su espacio semicerrado en el que elevar el nivel de intimidad.
Al fin y al cabo los compañeros siguen estando al lado y no tenemos más que levantar la cabeza de la mesa o desplazar ligeramente la silla para encontrarlos. Además la oficina cuenta con otras mesas más amplias que pueden utilizar los equipos en momentos de reunión. Obviamente cada oficina tiene unas necesidades diferentes, pero esta me parece una propuesta bastante buena en general.
Además el espacio individual evita ciertos problemas entre compañeros, unos son más ordenados, otros menos y a cada uno le gusta colocar las cosas a su manera. Si dentro de un espacio común se delimitan las zonas individuales, aunque haya unas normas generales de orden y disposición cada uno podrá interpretarlas hasta cierto punto a su manera.
Esto permite incluso la personalización de la decoración. A muchos trabajadores les gusta llevarse a su mesa detalles decorativos como fotografías familiares, plantas o algún dibujo. En un gran despacho común nadie sabría donde colocar sus cosas personales, aquí cada uno tiene su parcela y su trozo de pared para decorar.
Pasando ya a los espacios comunes, en la imagen sobre estas líneas vemos la mesa de reunión y una zona de estar para reuniones menos numerosas y más informales. La decoración es sobria pero cuenta con lo necesario para marcar la diferencia de ambiente en cada espacio. El color verde es el elegido para contrastar con la madera natural, un gran acierto.
En estas zonas al igual que en toda la oficina predominan los colores claros tanto en paredes y suelo como en el mobiliario. Aunque la oficina no es muy grande, hemos visto en Decoesfera otras mucho más amplias, los tonos claros reflejan la luz y hacen que los espacios parezcan más grandes,
Y terminamos nuestro recorrido por estas oficinas con la cocina que separa la zona de despachos semi individuales de las zonas más comunes como son las salas. La cocina se ha convertido en un elemento imprescindible en muchas empresas en las que por horario y localización muchos empleados se ven obligados a quedarse a comer.
La verdad es que habiendo visto ya muchas oficinas modernas y decoradas con gusto, algunas mucho más grandes e impresionantes, esta es una de las que más me ha gustado, por lo bien que consigue el equilibrio entre lo agradable y lo funcional desde la sencillez. No hace falta complicarse mucho para conseguir un entorno confortable de trabajo que favorezca la concentración y al mismo tiempo la colaboración entre compañeros, colores claros, muebles sencillos y pequeños detalles de color pueden ayudarnos.
Vía | Design Milk
Más información | Michael Menuet
En Decoesfera | Espacios para trabajar: las oficinas de BLUE Communications
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