Espacios para trabajar: las oficinas de Pont & Huot en París

De vez cuando, consigo concentrarme tanto a la hora de trabajar que es como si estuviera en una burbuja separada del mundo y sus distracciones, pero la mayoría de las veces necesitaría una de verdad, que me permitiera alejarme de todo aquello que no me permite centrarme en mi trabajo.

Algo así debió pensar Christian Pottgiesser a la hora de diseñar las oficinas de Pont & Huot en París, pues cada espacio para trabajar está delimitado por una gran burbuja de metraquilato (casi dos metros de diámetro) que hace las veces del clásico y odiado cubículo de oficina.

No tengo del todo claro que esas burbujas sean la mejor opción para delimitar el espacio laboral de cada cual, pero veamos qué más nos pueden ofrecer estas oficinas.

Quizás lo más llamativo sean las pequeñas cúpulas transparentes que emergen como setas de la gran mesa de formas sinuosas que ocupa el gran espacio central, pero en mi opinión son una mera anécdota comparado con el gran trabajo que se ha realizado al diseñar estas oficinas.

En primer lugar, la gran nave industrial en la que está enclava le proporciona un gran espacio central perfectamente iluminado y que el arquitecto ha acertado plenamente en diseñar como si de una plaza exterior se tratara, con sus árboles y todo. Esto es algo que ya hizo Frank Lloyd Wright hace más de un siglo en el edificio Larkin, y desde entonces sirve de referencia a aquellos que se enfrentan a un reto similar.

Al igual que Wright, Pottgiesser distribuye los despachos más privados en las plantas superiores, con vistas a la gran plaza, donde se encuentran los puestos de trabajo. Sin embargo, el arquitecto francés va un paso más allá, creando un juego de dos alturas en la que las salas de reuniones se aprovechan de la altura de la mesa para ubicarse con soltura en el semisótano.

Las aperturas circulares que de tanto en tanto salpican la gran mesa de trabajo permiten que la abundante luz se cuele en las diferentes salas de reuniones y espacios de descanso, que se resguardan de forma inteligente del bullicio y ajetreo que discurre sobre ellas y a las que se accede por unas pequeñas escaleras en los laterales.

Como decía, es posible que muchos no compartáis la decisión de colocar esas pequeñas burbujas con el fin de separar unos espacios para trabajar de otros, pero el gran trabajo que Christian Pottgiesser ha llevado a cabo en las oficinas de Pont & Huot en París va mucho más allá.

Os dejo con una pequeña galería en la que, además de unas cuantas imágenes más, podéis ver un plano muy de arquitecto en el que se vislumbra la distribución de la gran plaza.

Vía | Toxel
Más información | Christian Pottgiesse
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