Si hay algo especialmente gratificante y divertido es decorar para los niños, los espacios de adultos confortables están muy bien, pero la decoración infantil suele ser mucho más alegre y divertida. Además requiere para el diseñador el esfuerzo extra de ponerse en el lugar del niño para saber lo que puede ser más adecuado para él.
Me ha gustado mucho este jardín de infancia en Estocolmo creado por Rotstein Arkitekter que tiene un montón de detalles que pueden servir de inspiración para otros que también estén pensando en la creación de un espacio infantil. Colores alegres, formas originales y espacios a medida son algunas de las características más destacadas.
A la hora de decorar un espacio infantil hay que romper moldes y convencionalismos, las dos primeras fotos de este artículo son un buen ejemplo de ello. Las ventanas han bajado y se han acercado al suelo y además se ha elegido para ellas una distribución asimétrica.
Ya en el interior se puede jugar con los volúmenes y con las alturas, crear ventanas interiores que ayuden a comunica unos espacios con otros y que sirvan para crear rincones muy especiales que sirvan como escenario para sus actividades de trabajo y sus juegos, la idea es ayudar a desarrollar su creatividad y dejar volar su imaginación.
Cada color tiene un efecto sobre nosotros y los niños son especialmente sensibles a este fenómeno. Si estamos creando un espacio dinámico y activo debemos decorarlo con colores intensos como el verde, el azul, el naranja o el amarillo.
En este jardín de infancia se ha jugado con varios de ellos, todos sobre un fondo blanco y gris que proporciona gran armonía al conjunto. Los colores sirven además para separar y diferenciar zonas, áreas de juego, espacios de trabajo, lugares de reunión... los niños pueden identificar fácilmente cada zona por su color.
Además cuando creamos un espacio para niños debemos tener en cuenta que su estatura no es la misma que la nuestra y que hay cosas que debemos adaptar a su tamaño. Por un lado están los muebles, mesas, sillas y muebles de almacenaje, que deberán ser más bajos que cuando están pensados para adultos.
Pero además de los muebles hay otros elementos como por ejemplo las escaleras, que también se pueden adaptar. En este caso los peldaños se han partido en dos en algunas zonas, de ese modo se facilita que los niños puedan subir y bajar sin dificultad e incluso las pueden utilizar como improvisado asiento.
Vía | URDesign Fotos | Lindman Photography Más información | Rotstein Arkitekter En Decoesfera | Color y dinamismo en la decoración de una zona de juegos para niños en Japón