A mí me gusta que venga gente a casa, me resulta divertido ejercer de anfitriona pero desde que vivo fuera del centro de Madrid he de reconocer que mis amigos son más reacios a visitarme por aquello de acabar demasiado tarde. Se hace necesario en estos casos disponer de lugares donde se puedan quedar a dormir si hiciera falta, por lo que me ha encantado esta idea de Anne Lorentz: un chaise-longue cuya tapicería es un saco de dormir.
Esta opción de chaise-longue con saco de dormir me gusta porque a simple vista no se aprecia el segundo uso que esconde, y además lo veo muy calentito para los que, como yo, adoramos leer recostados. Por fuera es muy discreto y por dentro me ha conquistado por su diseño a cuadros. Además las patas son bastante modernas por lo que se adapta bien a un entorno minimalista.
Debido a que la parte superior está elevada no es muy recomendable como cama permanente, pero admito que te puede salvar de alguna situación de invitados imprevistos a dormir. Y además constituye un estupendo puesto para la lectura, ¿qué más se puede pedir?
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Vía | Monkeyzen Más información | Anne Lorentz En Decoesfera | Una silla para dormir
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